- ¿Entonces nos vemos a las doce?
- Poquito antes.
- ¿Y cómo te reconozco?
- Ehmm... no sé.
- Dime algo, cualquier cosa.
- No sé, no sé describirme.
- Dime, ¿cómo es tu pelo?
- No tengo pelo.
- Ah, eres calvo, eso es más fácil.
- No, tampoco soy calvo.
- ¿Cómo?, no entiendo.
- Soy un fantasma, linda. Y necesitamos vernos mañana al filo de las doce para atar cabos sueltos, tú sabes.
A ya veo, un fantasma, osea que eres uno de "esos"...
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