Sonido Fulgor

martes, 29 de noviembre de 2011

Nepomuceno Moreno

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El día de ayer, 28 de noviembre de 2011, fue asesinado alrededor del medio día, en las calles Reforma y Pesqueira de la colonia Centenario, en Hermosillo, Sonora, nuestro compañero Nepomuceno Moreno Núñez. Nepomuceno participó en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad desde la marcha de Cuernavaca al Distrito Federal; se incorporó a la Caravana del Consuelo en la ciudad de Durango -que partió de Cuernavaca rumbo a Ciudad Juárez, Chiahuahua-. Nepo, -como le decíamos en el MPJD- llegó a la Plaza de Armas de Durango cargando una pancarta en la que se podía leer: “Autoridades de Sonora: ¿Dónde están nuestros hijos?”. Asimismo, estuvo en toda la ruta de la Caravana del Sur.
Como integrante del Movimiento hizo público el caso de la desaparición forzada de su hijo Jorge Mario Moreno León, que según su testimonio, fue detenido el primero de julio de 2010, por policías del estado de Sonora cerca de Ciudad Obregón.
Nepomuceno Moreno señaló públicamente que: “estaba resignado a pelear solito contra el gobierno de Sonora, ya ni me quieren recibir, se ríen de mí, antes iba al cuartel del Ejército para denunciar el secuestro de mi hijo; escribí cartas a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y nadie me hacía caso; hasta que me uní al Movimiento por la Paz veo que las organizaciones sociales tienen el poder para sentar al presidente Calderón en una mesa de diálogo y que los procuradores de justicia están obligados a recibirnos para reabrir las investigaciones”.
CENCOS

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A continuación, una entrevista a Nepomuceno, hace medio año:

México DF.- En entrevista con Clarín, Nepomuceno Moreno (1953), habla de la detención ilegal y desaparición forzada que sufrió su hijo Jorge Mario: “La policía lo interceptó con armas de grueso calibre, salió huyendo, los vehículos pasaron por la caseta de cobro y los uniformados les comenzaron a disparar, mi hijo pidió ayuda al número 066 –servicio telefónico de la policía- pero no recibió respuesta, nadie lo ayudó. Mi hijo caminó 20 kilómetros hasta llegar a una tienda Oxxo, desde ahí nos habló por teléfono y dijo: “ya vienen los policías por mí, con las pistolas en la mano”, lo sometieron y esposaron para sacarlo de la tienda Oxxo en una camioneta blanca”. Según la policía el video salió borroso y no se aprecian los rostros de los implicados; don Cheno exige un peritaje al video y la reapertura de las investigaciones hasta encontrar a su hijo.

MC.- Después de la Caravana del Consuelo y de la primera Mesa de Diálogo, ¿cuál fue su mayor aprendizaje?
NM.- Yo no sabía el significado de un acto de resistencia civil pacífica, hasta que el poeta Javier Sicilia nos dijo: “Los invito para ir a tomarnos la calle de la Procuraduría de Justicia de Nuevo León y vamos a quedarnos ahí hasta que nos reciban las autoridades”; después cuando exclamó en la Plaza de Chihuahua: “Si retiran la placa que instalamos en la calle del Palacio de Gobierno, en memoria de Marisela Escobedo, regresamos y la volvemos a instalar, no importa que nos lleven presos”, y cuando puso como condición para la cita en el Castillo de Chapultepec: “Sólo dialogaremos con Felipe Calderón si permite la entrada de las víctimas, de la prensa alternativa y dejan abierta la señal de televisión de la Mesa de Diálogo”, con todas estas experiencias se me subió la adrenalina, me dio gusto porque tenemos que dar pasos urgentes. Respeto a Javier Sicilia, es una persona noble e inteligente, nos ha dado la esperanza y la fuerza necesaria para seguir exigiendo Justicia.

MC.- ¿Qué diferencia encuentra entre los esfuerzos individuales y los primeros logros del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad?
NM.- Veo la hermandad de todos, el compañerismo y la unión de las víctimas. Yo estaba resignado a pelear solito contra el gobierno de Sonora, ya ni me quieren recibir, se ríen de mí, antes iba al cuartel del Ejército para denunciar el secuestro de mi hijo, escribía cartas a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y nadie me hacía caso; hasta ahora que me uní al Movimiento por la Paz veo que las organizaciones sociales tienen el poder para sentar al presidente Calderón en una mesa de diálogo y que los procuradores de Justicia están obligados a recibirnos para reabrir las investigaciones.

MC.- ¿Podría hablarnos de la implicación de la policía en la desaparición de su hijo?
NM.- El primero de julio de 2010, mi hijo Jorge Mario fue con tres amigos desde Hermosillo (Sonora) a Ciudad Obregón, y antes de llegar a su hotel la policía los interceptó con armas de grueso calibre, así que salieron huyendo, todos los vehículos pasaron por la caseta de cobro y los uniformados les comenzaron a disparar, mi hijo pidió ayuda al número 066 –servicio telefónico de la policía- y les contestaron, pero no recibieron respuesta, nadie los ayudó, era una cosa planeada por los policías, los uniformados corretearon a mi hijo y a su amigo, ambos salieron del automóvil para correr por sus vidas –su amigo se salvó y ahora vive exiliado en Estados Unidos-, mi hijo caminó 20 kilómetros hasta llegar a una tienda Oxxo, desde ahí nos habló por teléfono para decirnos “que había tenido problemas, que lo perseguía la policía y que les iban disparando”, yo le dije que no se moviera de la tienda, que buscaría a un amigo para que fuera a buscarlo desde Guaymas, porque está más cerca de Ciudad Obregón que de Hermosillo. Mientras mi hijo Mario hablaba por teléfono dijo: “ya vienen los policías por mí, con las pistolas en la mano”, lo sometieron y esposaron para sacarlo de la tienda Oxxo en una camioneta blanca.        

MC.- ¿Por qué arrestaron los policías de Sonora a su hijo?
NM.- Insistimos en marcar al número del teléfono celular de mi hijo hasta que nos contestaron: “aquí los que hacemos las preguntas somos nosotros, somos de la policía de Sonora, su hijo anda en malos pasos y vamos a ver qué procede”, después nos dijeron: “lo tenemos en el hospital, no se preocupe”. Intentaron extorsionarme, me pidieron 3,000 dólares, al preguntarles dónde les depositaba el dinero de la fianza, respondieron: “fíjese que no será posible, hasta que nos autorice el Comandante, mientras lo voy a comunicar con su hijo para que vea que está bien, lo tenemos en resguardo, pero pronto lo liberaremos”. 

MC.- ¿Pactaron la presentación y entrega de su hijo en la comisaría de la policía?
NM.- No, Giovanni -un amigo de mi hijo- fue al punto acordado con la policía para la entrega de Jorge Mario, pero un vehículo les cerró el paso -en la Avenida Miguel Alemán de Ciudad Obregón-, se llevaron detenidos a todos los varones del auto, a los tres días soltaron a los jóvenes –antes les cortaron un dedo- y por miedo a otro tipo de represalias los jóvenes se fueron del país.

MC.- ¿Usted está haciendo las investigaciones periciales que le corresponderían a las autoridades?
NM.- Sí, y pienso demandar a dos Ministerios Públicos del Fuero Común (fiscalías locales) porque después de interponer los recursos legales para recuperar a mi hijo, tres días después cambiaron a los funcionarios, según: “por rotación habitual del personal”; les he pedido copia de los avances de la investigación y no me quieren dar nada, les pedí copia del video de la tienda Oxxo y me dijeron: “los videos salieron borrosos, no se ve nada”.

MC.- En el caso de Juan Francisco Sicilia, con el video de la filial Oxxo en Cuernavaca pudieron ubicar perfectamente la hora y hasta lo que compraron…
NM.- Los videos sí son legibles, hablé con la empleada de la tienda Oxxo y me dijo: “los videos salieron bien claritos, usted verá el rostro de su hijo y de los policías que se lo llevaron”. Como eran policías los involucrados, pues borraron toda la evidencia, por eso estoy demandando a los Ministerios Públicos, sé que existen peritos expertos que me dirán si borraron las imágenes del Oxxo.  

MC.- ¿Confiaría en un peritaje del video hecho por la policía?
NM.- No, le pedí asesoría a Emilio Álvarez Icaza para integrar un comité de expertos en la materia que nos digan qué pasó con el video.

MC.- ¿Cuál es su conclusión sobre la actuación de la policía?
NM.- La policía del Estado de Sonora duerme con los delincuentes, es un hecho, cómo es posible que anden 40 narcotraficantes en las calles, armados hasta los días –a plena luz del día-, todo por la impunidad y corrupción del Estado.

MC.- Finalmente, el jueves 23 de junio inició el diálogo entre el Movimiento por la Paz y las autoridades federales, ¿qué les dirá a los responsables de la investigación en el caso de su hijo?
NM.-  Muero de la ansiedad por conversar con el Procurador de Justicia del Estado de Sonora para decirle la verdad, si no quiere ocultar nada que autorice los exámenes en el video, que presente a los policías involucrados con los narcos, que le garantice la seguridad a los jóvenes que ahora viven exiliados en Estados Unidos para que regresen a su país. Al Procurador de Justicia le diría que el principal problema es que los policías de México están inmiscuidos con los delincuentes y narcotraficantes.

"¡Pálida flor de carne sin saber cantar!", un texto de Luis Buñuel

Menage a trois

Por mucho que lo intenté no pude ver el rostro del chófer, algo así como un cosaco que conducía nuestro auto. Junto a mí viajaba una mujer enlutada de una distinción de diosa, de una palidez de alba. No la conocía. Pero sentía despertarse mi piel empapada de lujuria. Atravesábamos un paisaje sin cielo, sin cielo hasta perderse de vista. La tierra se hallaba cubierta de flores negras que exhalaban un penetrante aroma a alcoba de mujer.

Mi desconocida mandó detener al chófer junto a un gran lago repleto, un lagrimal repleto de angustia. “Este es –me dijo- el lagrimal repleto lago de angustia”. No le hice caso, ocupado como me hallaba ahora en besarle el pecho entre los senos que ella ocultaba con las manos, llorando sin consuelo, sin fuerzas casi para defenderse de mi lascivia.

Hasta nosotros llegó el chófer con la gorra en la mano no sé a qué. Creí reconocer su rostro y ya no me cupo duda sobre su personalidad cuando con una sonrisa exclamó: “Lago, amigo mío”. Loco de contento repuse: “Eres tú, mío lago amigo viejo lagrimal”. Con que alborozo nos acogimos, abrazándonos con una alegría de resurrección de los muertos.

Junto a nosotros acababa de detenerse un entierro. Amortajada en el ataúd yacía la dama desconocida de momentos antes. ¡Pálida flor de carne sin saber cantar! Aún resbalaba por su mejilla la última lágrima detenida milagrosamente en el pómulo como un pájaro en la rama.

Mi amigo se precipitó a ella y la besó frenéticamente en los labios, en los labios que de lívidos fueron insensiblemente transformándose en verdes, luego en rojos, luego en fuego, luego en infierno.

Comencé a sentir un odio mortal por el chófer que ya no era mi amigo. Comencé a sentir una repugnancia sin límites por aquel gusto de limón en llamas que debían dejar en sus labios los labios insepultos de la desconocida.

L. Buñuel

lunes, 28 de noviembre de 2011

History of composition

Like numerous other works by Cage, Cheap Imitation was a result of his collaboration with Merce Cunningham's dance company. However, in this case the original choreography relied not on Cage's music, but on a piano arrangement of Erik Satie's symphonic drama Socrate. In 1947 Cunningham made a dance based on the first movement of Satie's work, and Cage provided a two-piano transcription of the music (since Cunningham's dances were usually accompanied by means of piano only). In 1968 it was decided to expand the choreography by two movements, based on the remaining two of the Satie work. Cage, who was at the time working on HPSCHD, a large multimedia work, requested help of an acquaintance from the University of Illinois, Arthur Maddox, and together they completed a two-piano arrangement of the remaining two movements. The new choreography was to be premiered in early 1970.

However, in December 1969 Cage received news from Satie's publisher, Éditions Max Eschig, that he is refused the rights to perform the piece, even though Eschig haven't even requested to see the transcription. Because the choreography was based on the rhythms and structure of Socrate, Cage could not simply compose a new piece of music. He decided to imitate Satie's work in a piano solo. Cage titled the result Cheap Imitation, and Cunningham responded in kind, naming the choreography Second Hand.

Cheap Imitation became the last work Cage performed in public as a pianist: arthritis prevented him from doing any more performances. Nevertheless, even though his hands were painfully swollen, he still played it during the 1970s. Cage grew more and more fascinated with the piece, producing transcriptions for orchestra of a minimum of 24 performers and a maximum of 95 (1972) and for solo violin (1977) at the request of the violinist Paul Zukofsky (who in 1989–90 also assisted Cage in completing the Freeman Etudes, which had been started in 1977–80). The orchestral versions, however, were not performed until much later, because the musicians refused to rehearse and would subsequently discover the piece is too difficult for them.

Cheap Imitation became something of a departure for Cage, because it was his first "proper" composition, in the old sense of the word, since 1962. Furthermore, the open declaration of Cage's own feelings (about Satie's work) was something very unusual for his work, which was, since the late 1940s, almost entirely impersonal. Cage himself was well aware of the contradiction between the rest of his works and Cheap Imitation:

In the rest of my work, I'm in harmony with myself [...] But Cheap Imitation clearly takes me away from all that. So if my ideas sink into confusion, I owe that confusion to love. [...] Obviously, Cheap Imitation lies outside of what may seem necessary in my work in general, and that's disturbing. I’m the first to be disturbed by it.

Cage's fondness for the work resulted in a recording of him performing it, made in 1976—a rare occurrence, given Cage's negative attitude to recordings.

Cheap Imitation is a piece in three parts. It consists almost exclusively of a single melodic line, with occasional doublings. The rhythmic structure of the phrases is based on Satie's original, usually on the vocal line, occasionally on the orchestral parts. The pitches were determined using chance operations with the I Ching, through the following questions:

Which of the seven modes, if we take as modes the seven scales beginning on white notes and remaining on white notes, which of those am I using?


Which of the twelve possible chromatic transpositions am I using?


For this phrase for which this transposition of this mode will apply, which note am I using of the seven to imitate the note that Satie wrote?


Cage observed phrase and note repeats present in Satie's melodies, adding them to his imitation. The use of modes was unusual in that Cage used chromatic transpositions; the composer called Cheap Imitation a chromatic modal piece.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Discurso íntegro de Fernando Vallejo

Al recibir el premio de la FIL 2011, 26 NOV.

Como este acto se encamina a su final y ya queda poco tiempo, les diré brevemente que me siento muy honrado por el premio que me dan; que no pienso que lo merezca; que este diploma lo guardaré en mi casa con orgullo; y que los ciento cincuenta mil dólares que lo acompañan se los doy, por partes iguales, a dos asociaciones caritativas de México: los “Amigos de los Animales”, de la señora Martha Alarcón de la ciudad de Jalapa; y los “Animales Desamparados”, de la señora Patricia Rico de la ciudad de México. En mi encuentro del lunes con los jóvenes universitarios que tendrá lugar en esta misma sala, se los entregaré a las señoras.
Habría preferido que esos dólares se los hubiera dado la FIL directamente a ellas sin pasar por mí, porque cuando tomo dinero me tengo que lavar las manos, pero no pudo ser por razones burocráticas. Eso de la lavada de las manos es una manía que me viene de la infancia, de la educación familiar. Cada que cogíamos una moneda, mi mamá nos decía: “Vaya lávese las manos m’hijo, que tocó plata”. (Allá a los niños les hablan de “usted”.) De unos niños educados así, ¿qué se podía esperar? Puros pobres. Me hubieran educado en la escuela del PRI, y hoy estaría millonario. ¡Pero qué iba a haber allá PRI! Medellín era una ciudad encerrada entre montañas, lejos del mundo y sus adelantos. Y mi mamá viendo microbios por todas partes como si fuera bacterióloga. No. Era una señora de su casa entregada a la reproducción como quiere el papa, una santa. ¡Cómo la hicimos sufrir! Muy merecido. ¡Quién la mandó a tener hijos!
De México supe por primera vez de niño, una noche de diciembre próxima a la navidad, lo recuerdo muy bien. Estábamos en el corredor delantero de Santa Anita, la finca de mis abuelos, con mis abuelos, rezando la novena del Niño Dios. Entonces éramos pocos, cinco o seis, aunque después fuimos muchos. Mis papás tenían instalada en Medellín una fábrica de niños: niños carnívoros que alimentaban con costales de salchichas, unos demonios, unas fieras, todos contra todos, mi casa era un manicomio, el pandemónium. El papa, Pío Doce, les mandó de Roma un diploma que un vecino nos compró en la Via della Conciliazione con indulgencia plenaria (que costaban más), para que se fueran los dos derechito al cielo sin pasar por el purgatorio por haber fabricado tanto niño que se les habrían de reunir todos allá a medida que el Señor los fuera llamando. ¡Qué nos iba a llamar! Nos hemos ido yendo de uno en uno a los infiernos y el que nos llamó fue Satanás.
Santa Anita estaba entre los pueblos de Envigado y Sabaneta, en la mitad de la carretera que los une, a ocho kilómetros de Medellín, lejísimos. Hagan de cuenta saliendo de la Ciudad de México camino de Tlanepantla. Teníamos que ir en carro, en el Ford de mi papá. Si no, habríamos podido ir en burro: en la burrita de la canción de Ventura Romero: “Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú. Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú”. Tarata tata tara tara tata tata tara tara tata tata tara tata tá. “¡Burra! ¡Burra! Ya vamos llegando a la Mesa de Cacaxtla. ¡Burra! Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú a mi burrita y aunque vaya enojadita porque no le di su alfalfa porque no le di su máiz”. ¡Qué raro! También en Antioquia decíamos “máiz”! Antioquia es hagan de cuenta Jalisco. El disco de la burrita lo trajeron mis papás de México esa noche. En setenta y ocho revoluciones que era los que había entonces. Una aguja gruesa iba de surco en surco tocándolos (los surcos que abrían en la tierra las yuntas de bueyes roturando los campos de Sayula hace cien años, cuando pasó por aquí mi paisano el poeta Porfirio Barba Jacob), y de tanto tocarlos uno los discos se rayaban y la aguja se atascaba en el rayón, y seguía tocando lo mismo, lo mismo, lo mismo. “Pobrecita mi burrita ya no quiere caminar, da unos pasos p’adelante, otros pasos para atrás…” El disco me sigue resonando desde entonces, atascado, en mi corazón rayado.
Venían de México por el camino de entrada de Santa Anita en dos carros, con los faros rompiendo la oscuridad. Pero en el corredor nosotros no estábamos a oscuras, no: iluminados. ¡Cómo íbamos a rezar a oscuras la novena del Niño Dios! Además en Medellín ya había luz eléctrica. Yo seré viejo pero no tanto. Yo soy posterior al radio y al avión. El que sí me tocó ver llegar fue el televisor, la caja estúpida. Estaban también encendidas esa noche las luces del pesebre, el nacimiento, donde nacía en lo alto de una montaña el Niño Dios. Lucecitas verdes, rojas, azules, amarillas, de todos los colores. Nos íbamos ya a dormir cuando llegaron. Venían cargados de juguetes. Maromeros de cuerda que daban volteretas en el aire… Jeeps con llantas de caucho, o sea de hule… Sombreros de charro para niños y para viejos… Una foto de mis papás en La Villa manejando avión. Las trescientas sesenta y cinco iglesias de Cholula. Un tren eléctrico. La Virgen de Guadalupe. Pocas veces he visto brillar tan fuerte, enceguecedora, la felicidad. Y con el disco de Ventura Romero de la burrita traían, en el álbum de las maravillas, a José Alfredo Jiménez y a Rubén Méndez: “Ella”, “Pénjamo”, y ese “Senderito” que me rompe el alma cantado por Alfredo Pineda, que fue el que amó Medellín. Y al más grande de todos, Fernando Rosas, de Jerónimo de Juárez, Estado de Guerrero, el de la “Carta a Eufemia”: “Cuando recibas esta carta sin razón, Ufemia, ya sabrás que entre nosotros todo terminó, y no la des en recibida por traición, Ufemia, te devuelvo tu palabra, te la vuelvo sin usarla, y que conste en esta carta que acabamos de un jalón”. ¡Muy bien dicho, tocayo, a la China con la méndiga! El fraseo perfecto, la dicción perfecta, y eso que mi tocayo era de Guerrero y cuando hablaba no podía pronunciar las eses. Y las trompetas burlonas detrás de él haciendo jua, jua, jua, en el registro bajo, riéndose de mí y del mundo, y detrás de ellas punteando, siguiéndolas como unos gordos cojos, los guitarrones: do, sol; do, sol; do, sol. Tónica, dominante; tónica, dominante; tónica, dominante. Sólo eso van diciendo, pero sin ellos no hay mariachi, como sin muerto no hubo fiesta.
¡Ah se me olvidaba Chava Flórez, el compositor, el genio de los genios, amigo de mi tocayo Fernando Rosas! Juntos echaron a rodar por el mundo “Peso sobre peso”, la canción más burlona: “Mira, Bartola, ái te dejo estos dos pesos. Pagas la renta, el teléfono y la luz. De lo que sobre, coges d’iái para tu gasto. Guárdame el resto pa comprarme mi alipús”. Ta ra ta ta ta tán. Ésa era la que le cantaba todavía a México el PRI cuando llegué de Nueva York hace cuarenta años. Y se la siguió cantando otros treinta, hasta ajustar setenta, cuando los tumbó mi gallo. ¡Qué noche tan inolvidable aquella cuando lo dijeron por televisión! Tan esplendorosa, o casi, como la de la finca Santa Anita de que les he hablado. Fernando Rosas murió joven, una noche, allá por 1960, en Acapulco. Lo mataron por defender a un borracho al que estaba apaleando la policía. Fernando Rosas, tocayo, paisano, te mató la policía de Acapulco, los esbirros del presidente municipal. La siniestra policía del PRI, semillero de todos los cárteles de México.
Mi gallo era un gallo con botas. No bien subió al poder y se instaló en los Pinos, se infló de vanidad y se transformó en un pavorreal, y el pavorreal en un burro, y la quimera de gallo, pavorreal y burro empezó a rebuznar, a rebuznar, a rebuznar, día y noche sin parar, hasta que ajustó seis años, cuando se le ocurrió, como a Perón con Evita o con Isabelita, que podía seguir rebuznando otros seis a través de su mujer. No se le hizo, no pudo ser. Hoy de vez en cuando rebuzna, pero poco, y lo critican. ¡Por qué! Déjenlo que rebuzne, que se exprese, que él también tiene derecho. Yo soy defensor de los animales. Yo quiero a los burros, a los pavorreales, a los perros, a los gallos. Cuando estoy cerca de ellos se me calma unos instantes el caos de adentro y creo sentir lo que llaman la paz del alma.
Yo venía pues de Nueva York, una ciudad de nadie, un hormiguero promiscuo que nunca quise, y de un país que tampoco, plano, soso, lleno de gringos ventajosos y sin música. Los anglosajones no nacieron para la música: se enmarihuanan y con una guitarra eléctrica y un bombo hacen ruido. Mi primera noche en México, en la plaza Garibaldi, ¡cómo la voy a olvidar! Cien mariachis tocando cada cual por su lado en un caos hermoso. Todo lo que tocaban me lo sabía. Y más. Yo sabía de boleros y rancheras lo que nadie. Entré al Tenampa. ¿La hora? Diez de la noche. Me sentía como un curita de pueblo tercermundista entrando al Vaticano por primera vez, y que se arrodilla para comulgar. Yo también comulgué, pero con tequila. Desde un mural de una pared enmarcado por unos tubos fluorescentes de colores me miraba José Alfredo, y en la noche del Tenampa brillaba el sol de México. “¿Qué más va a tomar, joven?”, me preguntó el mesero. “Otro”. Entonces sí estaba joven, pero hoy me siguen preguntando igual: “¿Qué va a tomar joven?” ¡Cómo no va a ser maravilloso un país donde la gente ve tan bien!
Y el amanecer, mi primer amanecer, ¡qué amanecer! Había llegado a un hotelito viejo, pobre, del centro, de altos techos, fresco, de otros tiempos, el más hermoso en que haya estado. Me despertaron las campanas y los gallos. ¿Tañido de campanas? ¿Canto de gallos? ¡Claro, los gallos de las azoteas y las campanas de las iglesias, y el sol entrando por mi ventana! ¡Y yo que venía del invierno de Nueva York donde amanecía a las diez y oscurecía a las cuatro y se me achicaba el alma! Salí a la calle, al rumor envolvente de la calle. México vivo, el del pasado más profundo, el eterno, el mío, el que se ha detenido en mi recuerdo, el de siempre, el que no cambia, el que no pasa, el de ayer. “¿En qué estás pensando, México? ¿A quién quieres para quererlo? ¿A quién odias para odiarlo?” Inescrutable. Ni una palabra. Jamás me contestó. Entonces aprendí a callar. Y han pasado cuarenta años desde esa noche en el Tenampa y ese amanecer en ese hotelito de la calle de Isabel la Católica y esa mañana soleada, y me fui quedando, quedando, quedando, y aquí he escrito todos mis libros y hoy me piden que hable, pero como México calla, yo tampoco pienso hablar. Sólo para decirles que me siguen resonando en el alma unas canciones.
Yo digo que la muerte no es tan terrible como se cree. Ha de ser como un sueño sin sueños, del cual simplemente no despertamos. Yo no la pienso llamar. Pero cuando llegue y llame a mi puerta, con gusto le abro.
Nadie tiene la obligación de hacer el bien, todos tenemos la obligación de no hacer el mal. Y diez mandamientos son muchos, con tres basta:
Uno, no te reproduzcas que no tienes derecho, nadie te lo dio; no le hagas a otro el mal que te hicieron a ti sacándote de la paz de la nada, a la que tarde que temprano tendrás que volver, comido por los gusanos o las llamas.
Dos, respeta a los animales que tengan un sistema nervioso complejo, como las vacas y los cerdos, por el cual sienten el hambre, el dolor, la sed, el miedo, el terror cuando los acuchillan en los mataderos, como lo sentirías tú, y que por lo tanto son tu prójimo. Quítate la venda moral que te pusieron en los ojos desde niño y que hoy te impide percibir su tragedia y su dolor. Si Cristo no los vio, si no tuvo ni una palabra de amor por ellos, ni una sola (y búscala en los evangelios a ver si está), despreocúpate de Cristo, que ni siquiera existió. Es un burdo mito. Nadie puede probar su existencia histórica, real. Tal vez aquí el cardenal Sandoval Íñiguez…
Y tres, no votes. No te dejes engañar por los bribones de la democracia, y recuerda siempre que: que no hay servidores públicos sino aprovechadores públicos. Escoger al malo para evitar al peor es inmoral. No alcahuetees a ninguno de estos sinvergüenzas con tu voto. Que el que llegue llegue respaldado por el viento y por el voto de su madre. Y si por la falta de tu voto, porque el día de las elecciones no saliste a votar un tirano se apodera de tu país, ¡mátalo!
A Jorge Volpi le agradezco el dictamen tan generoso que ha leído, y a Juan Cruz sus adjetivos. Querido Juan: ya sé que si hubieras tenido más tiempo me habrías puesto más, siquiera unos quinientos. No importa. Con los que me alcanzaste a dar me conformo.
Algunos amigos vinieron desde muy lejos a Guadalajara a acompañarme. Me siento muy contento de estar hoy con ustedes en esta Feria tan hermosa, que pronto se llenará de niños y de jóvenes, y de haber vuelto a Jalisco, la tierra de Rulfo, donde los muertos hablan.

lunes, 21 de noviembre de 2011

50 Mil Calaveras Marchando en la Ciudad de México


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La Marcha de las Calaveras es un acto psicomágico recetado por Alejandro Jodorowsky con la intención de sanar el alma del país por la gran cantidad de víctimas que ha cobrado la violenta narco-ola en años recientes, con la finalidad de hacer conscientes a todas las personas involucradas en este acto de sananción.
Platicamos con los organizadores de esta marcha (Jessy Bulbo, Marco, Liv y Emanuel) ellos nos dicen a que se dedican, cómo comenzó este acto, qué es lo que representa la marcha para ellos entre otras cosas, los dejamos con esta interesante entrevista y no olviden asistir a la Marcha de Las Calaveras que se llevará acabo el próximo 27 de Noviembre en la ciudad de México, la cita comienza en Ciudad Universitaria a las 8am, siguiendo esta ruta
1. Salida del Estadio Olímpico UNAM con dirección hacia el norte
2. Continúa por Universidad
3. Gira a la derecha hacia Circuito Interior (Avenida Río Churubusco)
4. Gira a la izquierda en División del Norte
5. Gira a la derecha hacia Ajusco
6. Gira ligeramente a la izquierda hacia Eje Central Lázaro Cárdenas
7. De Bellas Artes hacia el Centro Histórico por la calle 5 de Mayo
Ritual en el Zócalo: 14:00 a 15:00 horas




martes, 15 de noviembre de 2011

Retrato del señor con su corbata (por Neftalí Coria)


Sonríe mucho el señor ante las cámaras y las miradas en vivo. Odia la inteligencia, y de paso a los inteligentes, no en vano ha dicho, que a diferencia de los caballeros que las prefieren rubias, los políticos las prefieren pendejas. No tolera tener frente a sí, alguien inteligente, y mucho menos si es mujer.  Esas son sus reglas, por eso el acto de sonreír lo subraya en público y sabe el efecto que causa en los grandes grupos de afiliados o no afiliados. La sonrisa es el aderezo indispensable de su discurso.
-Una sonrisa lo vence todo- ha dicho y repetido como el centro de su filosofía.
Tiene otras virtudes para las leyes de la apariencia. Mueve los ojos con la rapidez del águila y tiene la misma puntería para mirar, que esta bestia del aire. Sabe también mirar de reojo mejor que los altos espías y niega siempre lo que vio, pero la verdad es que guarda inmensos archivos para futuras pruebas de sus adversarios, como ases en la manga.
La oscuridad le aficiona. Con frecuencia visita secretos bajíos en la oscuridad de la ciudad. Compra mujeres secretas y amores de las cañerías más prestigiadas.
A la trampa está muy habituado, a la moneda falsa y a las promesas al  aire. A eso se ha dedicado el caballero del poder, ese hombrecillo de la corbata y cuello planchado, que por las noches se arrodilla ante el secreto monstruo y le pide perdón o se arrepiente de todo lo que ha hecho por un brevísimo instante, pero sólo por un muy breve instante. Después que el monstruo protector lo perdona y se mete bajo la almohada, su ánimo vuelve al mejor nivel. Se estira de brazos abierto y alza la mirada. Se dispone a dormir y se duerme.
Dormir lo alivia y lo renueva. La corbata se moja los labios y el monstruo allá,bajo el cabezal, sonríe paciente, como a quien no le importa nada.
De Sexenio.com.mx

domingo, 13 de noviembre de 2011

Tarde en el hospital

Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia:
llueve

Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.

Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado:
llueve

Entonces, muerto de angustia
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.



Carlos Pezoa Véliz

Tsewang Phuntso en respuesta a Mireya Olivas. Editora de Periódico Reforma


1) El gobierno chino construyó recientemente caminos muy modernos, un aeropuerto y un ferrocarril que conecta la región del Tíbet, y en particular Lhasa, con el resto del país, especialmente las ciudades grandes como Beijing y Shanghai. Dicen que su objetivo es promover el crecimiento económico del Tíbet, a causa de la expansión del comercio y el turismo. ¿Qué hace el Gobierno tibetano en el exilio de estos proyectos? ¿Son beneficiosos para el pueblo tibetano? ¿Por qué?

Respuesta
1) Los tibetanos, tanto dentro como fuera de Tíbet, no están en contra del desarrollo per se y le dan la bienvenida, pero siempre hacemos hincapié en que el desarrollo debe beneficiar al pueblo tibetano. Sin embargo, nuestra observación del desarrollo del Tíbet en las últimas décadas, sugiere que cualquier progreso en la infraestructura que las autoridades chinas han puesto en la llamada "Región Autónoma del Tíbet" y las áreas tibetanas afuera de la RAT han facilitado en traer más extranjeros no tibetanos en estas zonas y en consecuencia marginar a la población nativa. Esto se refleja claramente en la ciudad de Lhasa, la capital del Tíbet, donde la población no tibetana domina a la población nativa con el 70 por ciento de la comunidad. Como es obvio para todos los visitantes de la ciudad, la mayoría de las tiendas son propiedad de los extranjeros no tibetanos , la mayoría de los puestos de trabajo de desarrollo están siendo tomadas por los no tibetanos, y del mismo modo, la mayoría de los puestos de trabajo de élite bien pagados están siendo ocupados por gente no tibetana y los tibetanos, sin contar algunos de los que trabajan dentro de la administración, a menudo se sienten socialmente excluidos.Teniendo en cuenta esta realidad la Administración Central Tibetana, con sede en la India, menciona claramente en el Memorándum sobre la genuina autonomía del pueblo tibetano, que se presentó al gobierno chino en noviembre del 2008, que nuestra preocupación es el movimiento inducido de masas principalmente de Han, pero también de algunas otras nacionalidades, en muchas áreas tibetanas, que a su vez margina a la población nativa tibetana y amenaza el frágil entorno natural de Tíbet. Los grandes cambios demográficos que se derivan de la migración masiva dará lugar a la asimilación, en lugar de la integración, de la nacionalidad tibetana a la República Popular China y poco a poco llevar a la extinción de la cultura e identidad del pueblo tibetano. Los casos de los pueblos de Manchuria, del interior de Mongolia y del oriente de Turkestán en la República Popular China son claros ejemplos de las devastadoras consecuencias de una transferencia masiva de la población de nacionalidad Han sobre las minorías nacionales. Hoy, la lengua, escritura y cultura del pueblo manchú se han extinguido. En Mongolia, hoy en día, sólo el 20% son nativos mongoles, de una población total de 24 millones de personas.

2) Durante mi visita, entrevisté a pastores tibetanos que decidieron dejar su vida nomádica para establecerse en una casa grande y moderna, construida, con los subsidios chinos. Ellos dijeron que estaban contentos porque ahora los ancianos en la familia tenían un lugar para quedarse y los niños tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela. En su opinión, ¿Son estos programas beneficiosos para la población rural tibetana ?

Respuesta
2) Estoy seguro que si hubiera tenido la oportunidad de entrevistar a los mismos nómadas tibetanos sin guía y en la ausencia de la vigilancia de funcionarios chinos, hubiera obtenido respuestas diferentes o estaría en condiciones para compartir su opinión genuina sobre si las nuevas disposiciones, que se hicieron en contra de su voluntad, los han beneficiado o no. Durante siglos, los nómadas tibetanos han pastado los rebaños de yaks y ovejas de montaña en los extensos prados del Tíbet. Ellos han desarrollado una comprensión intuitiva sobre la mejor manera de utilizar sus rebaños y de vivir en armonía con el medio ambiente a una gran altitud. La erosión del medio ambiente nunca ha sido un problema hasta las últimas décadas. Los nómadas ancianos experimentados rotaban con cuidado al ganado para pastar, moviéndolos hacia tierras altas en el verano y la primavera y durante el invierno trasladándolos a tierras bajas, para permitir el tiempo necesario para que la pradera se rejuveneciera. Ahora con las nuevas políticas adoptadas por las autoridades chinas delimitando los terrenos de pastaje, acompañada por el aumento de actividades de extracción de recursos en la meseta tibetana, ha habido una creciente degeneración de la pradera, que no sólo afecta a los nómadas tibetanos sino que tiene un impacto mucho más amplio. Destituyendo a los nómadas de sus tierras ancestrales y moviéndolos hacia asentamientos urbanos desconocidos está teniendo un efecto devastador en las comunidades nómadas. Con sus tierras perdidas para siempre y sus yaks y ovejas, sus medios de supervivencia, incautados y sacrificados, los nómadas se enfrentan a un futuro sombrío. Imposibilitados para reanudar su modo tradicional de vida se ven atrapados en la pobreza. Ellos carecen de educación moderna y habilidades necesarias para encontrar empleo en las ciudades y la evidencia sugiere que la falta de oportunidades de empleo lleva a problemas de salud mental, abuso de alcohol y otros problemas sociales. Incluso muchos expertos internacionales en pastizales, incluyendo el experto estadounidense, Daniel J Miller, quien ha pasado muchos años trabajando con las comunidades nómadas tibetanas, han expresado su profunda preocupación por las implicaciones negativas de estas nuevas políticas sobre el destino de los nómadas tibetanos

3) Los funcionarios chinos dijeron que habían puesto en práctica, durante la primera década de este siglo, un programa muy agresivo para preservar los recursos naturales del Tíbet, en especial los bosques. Dijeron, por ejemplo, que la tala de árboles está prohibida y las personas que lo hacen son castigados. ¿Cuáles son tus pensamientos acerca de estos programas de protección del medio ambiente, están ayudando a los tibetanos a preservar sus riquezas naturales? ¿Están mejor a causa de estas iniciativas?

Respuesta
3) La realidad es que a partir de los años 60 hasta mediados de los 90, las empresas estatales chinas se han dedicado a la deforestación sin control, talando árboles centenarios en la parte sureste de la llamada Región Autónoma del Tíbet y áreas tibetanas en el exterior de la RAT, para alimentar a las industrias de madera de China, lo que ocasionó graves inundaciones en el río Yangze delta, sobre todo en el sur de china. Esto ha obligado finalmente a las autoridades chinas a revisar y revertir las políticas. Cuando los tibetanos dentro y fuera se quejaron de la deforestación, las autoridades prestaron poca atención. Tememos que las decisiones políticas han llegado demasiado tarde, los daños irreversibles causados a la frágil ecología del Tíbet fomentan la desertificación, al derretimiento de glaciares en la meseta tibetana -fuente de agua dulce- y a la extinción de especies raras, que tomará mucho tiempo para que se restablezca la frágil ecología del Tibet a su estado inicial. Los tibetanos, en particular aquellos en el Tíbet, están seriamente preocupados por el estado del medio ambiente en la meseta y están haciendo todo lo posible, de manera pequeña, para protegerla. Pero mucho de ésto dependerá de las políticas del gobierno chino, en particular su política con respecto a la extracción de recursos a gran escala en la meseta tibetana. Si estas actividades se realizan sin estar reguladas, las pequeñas iniciativas no tendrán mucho impacto en la protección de la frágil ecología del Tíbet.

4) ¿Es el control de los recursos naturales, tales como las fuentes de agua dulce (ríos, glaciares, etc) y minerales valiosos, un factor que hace más difícil para el Gobierno tibetano en el exilio y el Gobierno chino llegar a un acuerdo sobre un modelo autónomo para la región del Tíbet?

Respuesta
4) Si existe un interés genuino o voluntad por parte de las autoridades chinas para resolver la cuestión del Tíbet mediante el diálogo sincero y a través de negociaciones para el beneficio mutuo de los tibetanos y los chinos a largo plazo, muchos de los temas incluyendo el uso de los recursos naturales podría ser discutido y tratado apropiadamente. En el Memorándum sobre la genuina autonomía del pueblo tibetano, que la Administración Central Tibetana presentó a los líderes chinos, hemos mostrado nuestra preocupación, entre otras cosas, sobre este tema. Aquí cito una parte de lo que la Administración Central Tibetana en el mencionado Memorándum plantea sobre la cuestión del uso de los recursos naturales.

"... Los principios de autonomía enunciados en la Constitución no pueden, en nuestra opinión, llevar a los tibetanos a convertirse en dueños de su propio destino, si ellos no están suficientemente involucrados en la toma de decisiones sobre el uso de los recursos naturales, como los recursos minerales, aguas, bosques, montañas, praderas, etc...”

"La propiedad de la tierra es el fundamento sobre el cual se basa el desarrollo de los recursos naturales, los impuestos y los ingresos de una economía. Por lo tanto, es esencial que sólo la comunidad autónoma tenga el poder de transferir o arrendar la tierra, con excepción de las tierras que son propiedad del Estado. De la misma manera, la comunidad autónoma debe tener la autoridad para formular y ejecutar planes de desarrollo simultáneo con los planes estatales.”

5) ¿Por qué el Gobierno tibetano en el exilio piensa que el Gobierno chino rechaza el plan del Dalai Lama de separar su autoridad política y religiosa?

Respuesta
5) Esto es algo que le tiene que preguntar a las autoridades chinas, ¿Por qué les molesta cuando Su Santidad el Dalai Lama, felizmente, de manera voluntaria, y con toda su sinceridad, delegó su autoridad política para la elección de un líder tibetano, de manera que tuvo una iniciativa audaz para poner fin a casi 400 años de tradición de que los Dalai Lamas fueran líderes temporales y espirituales del pueblo tibetano?
Desde la perspectiva de Su Santidad el Dalai Lama son, creo, tres razones principales por las que delegó su autoridad política para la elección de un líder tibetano. En primer lugar es la aspiración que tiene desde hace mucho tiempo para democratizar a la comunidad tibetana y desarrollar un sistema de gobierno democrático en la política tibetana. Su Santidad, una y otra vez, ha dicho que desde su infancia, había desarrollado una gran admiración por los valores democráticos.En segundo lugar, a través del sistema de gobierno democrático, Su Santidad está permitiendo a la lucha tibetana sostenerse incluso si no hay una resolución al problema tibetano en el futuro cercano. Él considera que el tema a tratar es sobre los seis millones de tibetanos y no acerca de la persona del Dalai Lama.
En tercer lugar, Su Santidad ha dicho que parecía hipócrita en él combinar la autoridad espiritual y política cuando estaba llamando a otros a separar la religión y la política. Irónicamente, son siempre las autoridades chinas las que critican que el gobierno del Dalai Lama ha sido teocrático y feudal y eso no tienen lugar en una sociedad moderna. Entonces, ¿por qué no pueden las autoridades chinas realmente apreciar el gran paso que Su Santidad el Dalai Lama ha dado al separar la religión y la política, así como delegar su poder político para la elección de líder tibetano y el por qué este movimiento democrático es un inconveniente para ellos, si trabaja sinceramente para proteger los intereses de las masas y de la clase obrera?

6) Las autoridades chinas consideran teocrático al gobierno del Dalai Lama sobre el pueblo tibetano, incompatible con las ideas políticas/sociales de China. ¿Cuáles son sus pensamientos sobre esto?

Respuesta
6) En este momento, ésto no tiene ninguna base. Como respondí previamente, Su Santidad el Dalai Lama de manera voluntaria, feliz y sinceramente, ha delegado todas sus autoridades administrativas y políticas para la elección de un líder tibetano, también ha puesto fin a los, más o menos, 400 años de tradición en donde los Dalai Lamas disfrutaban tanto de la autoridad temporal como espiritual del pueblo tibetano. El pueblo tibetano ha, en los últimos 60 años, nutrido y desarrollado un sistema completamente democrático y funcional en el exilio, para gobernarse a sí mismos y ya su líder político ha sido elegido directamente por los tibetanos dispersos a lo largo de todo el mundo, sin importar lo difícil que ésto es logísticamente. Por lo tanto, yo no creo que haya ninguna excusa para las autoridades chinas en señalar con el dedo sobre este tema y si lo hacen, es ridículo.

Tsewang Phuntso
Liaison Officer - Latin America
OFFICE OF TIBET
241 East 32nd Street
New York, NY 10016

"Al encerrarnos en nosotros mismos y negar al otro, o al salir de nosotros para ir al encuentro del otro, habitamos el infierno o el cielo."

El cielo y el infierno,

por Javier Sicilia

El cielo y el infierno han poblado la imaginación de Occidente con toda suerte de metáforas y reflexiones. Desde los símiles de Jesús de Nazareth hasta El matrimonio del cielo y el infierno, de William Blake, pasando por los grandes sermones de los Padres de la Iglesia, laComedia, de Dante, y las revelaciones de los místicos, esos dos mundos han estado poblados por toda suerte de visiones beatíficas y castigos aterradores. Un universo de retribuciones y condenaciones los ha acompañado siempre.
Los seres humanos, por lo general, solemos atribuir nuestras experiencias humanas de justicia a la justicia de Dios. Sin embargo, aunque las dos son equivalentes, en el sentido de darle a cada quien lo que le corresponde en relación con los actos de su vida, no son iguales. Lanza del Vasto, en su Comentario del Evangelio, decía, con la agudeza de los espirituales, que –cito de memoria– la justicia de los hombres y la justicia de Dios se diferencian en que en la primera son los hombres la que la aplican a otros, mientras que en la de Dios es el hombre mismo el que se la aplica a sí mismo. Se trata, en relación con la última, de un estado de conciencia y de libertad en el que a la luz de la verdad de nuestra vida, nosotros mismos decidimos estar en la luz o en las tinieblas, en el cielo o en el infierno, en la vida o en la muerte, en el amor o el odio. Se trata de un estado interno de gozo o de sufrimiento y no de una experiencia física de placer o de dolor; se trata de una experiencia de naturaleza carnal en la que el cielo es un salir de sí, una apertura, un acto, como todo acto de amor, de relacionalidad con otro o con otros; y el infierno, como todo odio, una experiencia de encierro interior, de egoísmo, en el que cualquier relacionalidad con otro o con otros queda amputada y sólo sobrevive la soledad de sentirse repetitivamente habitándose, consumiéndose de sí, en sus vertientes más mezquinas o más crueles. La idea de la privación de la libertad, del encierro carcelario o de los castigos simbólicos del Infierno, de Dante, siempre habitados por la asfixia del encierro, deben entenderse como una metáfora de lo que hablo. El abrazo de los cuerpos, la alegría de mirarse en el otro son dos símbolos del cielo, dos ejemplos de ese momento de coincidencia abierto a todas las resonancias. Hay, sin embargo, entre todas las miles de metáforas que la imaginería humana ha creado para hablar de esos estados, una que, desde mi entender, la revela con hermosa exactitud. Es una alegoría cuya tradición desconozco. Cuenta que un día un ángel se apareció a un hombre que había buscado el sentido último de la vida. “Te enseñaré –le dijo– qué es el infierno y qué es el cielo”,  y arrebatándolo lo llevó a una gran sala donde miles de seres humanos sentados a una mesa trataban infructuosamente de comer del tazón que tenían delante. La razón de su impotencia radicaba en los mangos extremadamente largos de sus cucharas. Sumidos en su frustración y en su soledad, no reparaban en la existencia de los otros. Luego, el ángel volvió a arrebatarlo y lo llevó al cielo. Era el mismo sitio, idéntico. La diferencia es que allí todos comían y estaban alegres: con esas mismas cucharas se daban de comer unos a otros. La longitud del mango se había vuelto el instrumento de una comunión. Una misma realidad, pero un diferente estado. Uno, encierro; el otro, apertura y don. No son realidades reservadas para mañana. El Juicio Final está en la elección que hacemos de nuestro presente. Al encerrarnos en nosotros mismos y negar al otro, o al salir de nosotros para ir al encuentro del otro, habitamos el infierno o el cielo. En el desprecio o en el amor está presente, por sus mismas intensidades, el sabor del futuro y de la muerte. Nuestro mañana está lleno de nuestro hoy, y todo presente puede ser el lugar en donde la existencia cambia. Dure un siglo o lo que dura un parpadeo, el momento en el que somos guarda la eternidad, la posibilidad de nuestro fin último. De allí esa hermosa máxima:  “Vive como si hoy mismo tuvieras que morir.”


Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a todos los presos de la appo, hacerle juicio político a Ulises Ruiz, cambiar la estrategia de seguridad y resarcir a las víctimas de la guerra de Calderón.


De La Jornada Semanal
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Sentencias diáfanas



“Aquel que puede amar puede ser, quien puede ser, puede hacer: quien puede hacer, es”.

Gurdjieff

 “Lo que aprendas por habérselo oído decir a otro, lo olvidarás fácilmente. Lo que aprendas con tu propio cuerpo, lo recordarás toda tu vida”

Gichin Funakoshi

"Cuando trates de entender todo, no entenderás nada. La mejor manera es entenderte tú mismo y entonces, entenderás todo".

Shunryu Suzuki

"¡Quién eres tú y tu pinche racionalidad para poner cadenas al pensamiento! Lo que se necesita para que la magia pueda apoderarse de nosotros es borrar nuestras dudas. Una vez que desaparecen, todo es posible".

Don Juan


"El maestro dijo: 'Iníciate con El libro de odas, consolídate con los ritos, complétate con la música".

Confucio

sábado, 12 de noviembre de 2011

Fotografías de Johanna Knauer







"El Padre Alfredo R. Plascencia ofrece a usted su casa y su inutilidad personal en esta parroquia."



Alfredo R. Plascencia


por Gabriel Zaid

En el archivo de Miguel Medina Hermosilla (abogado, periodista, orador y magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios Federales, 1887-1961), el historiador Fausto Zerón-Medina, su nieto, encontró una serie de cartas del admirable poeta Alfredo R. Plascencia, escritas desde 1918. Generosamente, me ha pasado una copia y sus investigaciones al respecto. Aprovecho también información de los prólogos de las ediciones de Plascencia.
     Alfredo Plascencia Jáuregui nació el 15 de septiembre de 1875 en Jalostotitlán, Jal., y murió en Guadalajara, Jal., el 20 de mayo de 1930. Entró al seminario de Guadalajara el 18 de octubre de 1887 y fue ordenado sacerdote el 17 de septiembre de 1899. Se pasó la vida sacerdotal dando tumbos de un pueblo a otro, primero en Zacatecas (Nochistlán, San Pedro Apulco) y luego en Jalisco (Bolaños, San Gaspar, Guadalajara, Amatitán, Ocotlán, Temaca, Portezuelo, Jamay, El Salto, Acatic, Tonalá, Atoyac, San Juan de los Lagos, Valle de Guadalupe), con dos salidas al extranjero. En 1923, respondió al llamado del obispo de Los Ángeles que buscaba sacerdotes mexicanos. En 1929, estuvo en El Salvador, huyendo de la persecución religiosa.
     Se dice que era alcohólico, como su madre. Recuerda a los personajes atormentados del Diario de un cura de aldea (George Bernanos) y El poder y la gloria (Graham Greene). Su inocencia mundana y su vehemencia espiritual no le ayudaron para entenderse con sus feligreses ni con sus superiores. Veneró a Luis Navarro y Sedano (el Padre Luis de muchos de sus poemas, un párroco de Tequila que tuvo fama de santo), y cuando estuvo cerca de él vivió sus mejores años. Pero con frecuencia vivió solo y su alma ante Dios, abandonado en situaciones prácticas superiores a su capacidad, sin familia, sin dinero, sin compañeros, sin un obispo que entendiera de dónde había que sacarlo y dónde había qué ponerlo para que diera lo mejor de sí. Era un soñador:
      
     Escribir lo que sueño es necesario
     porque es nomás entonces cuando vivo.
      
     Cometió imprudencias y faltas que escandalizaron. Alguna vez, en un impulso generoso, regaló uno de los dos armonios de su iglesia (a otra que no tenía ninguno), con indignación de sus parroquianos. En otra ocasión, construyó un templo en un terreno tan blando, que se cuarteó. Tuvo un pleito con otro sacerdote de muchos recursos, que le organizó casi un linchamiento, por el cual tuvo que salir huyendo, disfrazado (lo cuenta en "El éxodo"). Tuvo amoríos y un hijo, al que le dedica un poema (Ad altare, "Para mi hijo Jaime, con devota ternura"):
      
     ¡Oh! ¿qué música es ésta,
     que por mejor sentirla se empina el río
     y se pone de fiesta?
     Todas las frondas cantan al hijo mío,
     y hasta la cuesta.
      
     Se comprende que don Francisco Orozco y Jiménez (1864-1936), poeta y erudito que promovió el rescate y publicación de documentos históricos, vicerrector del Seminario Conciliar de México, secretario de la Pontificia Universidad y del v Concilio Provincial Mexicano, luego obispo de Chiapas (donde fundó colegios, promovió industrias e introdujo el alumbrado eléctrico a San Cristóbal), al ser nombrado arzobispo de Guadalajara (en 1912), se impacientara con las hazañas del padre Plascencia.
     Un incidente memorable pinta el desencuentro. Una vez que el arzobispo de Guadalajara andaba huyendo de los carrancistas, pasó por Atoyac porque necesitaba una remuda de caballos para internarse en la sierra, y se encontró con que el padre había organizado, en vez de ayuda práctica, ¡una velada literario-musical en su honor! Todo el pueblo supo lo que dijo el arzobispo: "Esos poetas no sirven para nada".
     Pero sus feligreses (entre los cuales estaba el médico del lugar, Juan R. Martínez, padre de José Luis Martínez) ya sabían a qué atenerse con el párroco recién llegado, cuya tarjeta de presentación decía: "El Padre Alfredo R. Plascencia ofrece a usted su casa y su inutilidad personal en esta parroquia. Atoyac, Jalisco, 23 de enero de 1920".
     Fue pobre, como toda su familia; hijo de un sastre tuberculoso, hermano de un soldado y una monja (lo cual explica el título Del cuartel y del claustro, que dedicó a su memoria). Tanto su padre como sus hermanos murieron prematuramente. Él vivió más, pero sólo 55 años. La única vez que tuvo ahorros (como "bracero" en Los Ángeles) se los gastó en la publicación de sus poemas: El libro de DiosEl paso del dolor,Del cuartel y del claustro, que mandó imprimir simultáneamente (Barcelona, Imprenta de Eugenio Subirana, 1924, con prólogo del joven Alfonso Junco). Alguna vez tuvo que vender sus libros, excepto la Biblia, que leyó mucho y es su fuente principal (además de los poetas griegos y latinos, de los cuales hizo algunas traducciones). También vendió su saxofón, con remordimientos que expresó en una serie de sonetos ("Lo que fue del soprano"):
      
     Hoy la caja está sola con soledad que mata.
     Me persigue el recuerdo del hermano vendido.
      
     Otros sonetos notables fueron los que escribió cuando le anunciaron (equivocadamente) que iba a quedar ciego. En unos, dirigidos a "Menelik, el buen perro", celebra sus futuras andanzas de compañeros vagabundos. En otros ("La nueva Ilíada") toma con humor sus ilusiones de "parecerme a Homero" en "la inefable noche" "maravillada de astros", y hasta le reprocha al doctor su intervención:
      
     Es lo debido
     buscar un tribunal para el infame,
     y que ya no sea más tan comedido
     y solamente cure a quien lo llame.
      
     Plascencia publicaba sus poemas en hojas parroquiales y periódicos locales, pero tuvo la suerte de publicar en El Pueblo, diario de la ciudad de México, gracias a que Miguel Medina Hermosilla, hijo de un amigo suyo y antiguo estudiante del Seminario de Guadalajara, era el jefe de redacción. Quizá animado por esto, se atrevió a pedirle un prólogo a Luis G. Urbina y entendió que se lo daría, según le escribe a Medina (9 IV 18). No hubo respuesta, si es que Urbina (en La Habana, Madrid, Buenos Aires, Madrid, desde 1915) recibió la carta.
     La inocencia le hizo creer que un libro de poemas, en vez de costarle (como sucedió), podía dejar dinero, que quiso regalar. Resulta que, al visitar una casa de monjas, descubrió que la madre superiora, muy enferma, se había quedado sin atención médica, porque ya no pudieron pagar al doctor. Lo cuenta en un poema ("La dueña de las rimas"), cuya primera versión (dedicada a Medina) se titulaba "El cambio de médico":
      
     Supe yo que la monja estaba grave
     del mal que le escarbaba el corazón,
     y poniéndome a hablar con la novicia
     en quien vino a encarnar el buen Dolor,
     díjele: "¿Cómo sigue?", y respondióme
     con reposada voz:
     "Como no se le advierte mejoría
     le cambiamos doctor.
     Nuestro médico es bueno y nada cobra.
     El buen médico... ¡es Dios!
      
     También lo cuenta en una carta a Medina (28 XI 19): 
      
     [...] aconteció que habiendo tenido que visitar en Puebla a las monjitas del Verbo Encarnado, compañeras de mi hermana, muerta hace dos años en Chilapa, pude darme cuenta de su pobreza extremada, pues me las encontré viviendo en una vecindad miserable, y enferma casi de hambre y sin medicinas la M. Superiora, y me vino un arrebato de mis acostumbradas locuras y no teniendo más a la mano que darles que mis versos, eso les di [...] Amigo mío: Ud. y yo sabemos que sobre los designios de los hombres están los de Dios, y que donde manda capitán no gobierna marinero; y vengo entendiendo por esto que de esta suerte pensó Dios atender a aquellas pobres criaturas suyas.
      
     Para formalizar el donativo, se dirige al obispo de Chilapa, en carta de la misma fecha, adjunta como copia: 
      
     He concluido un pequeño volumen de versos que me inspiró la completa desaparición de mi casa, y que se llama, por eso, El paso del dolor; y en vista de la grande miseria y escandalosa escasez por que atraviesan las monjitas del Verbo Encarnado de Puebla, que son las mismas de Chilapa, he concebido el designio, ya que soy también pobre y no tengo otro camino por donde poder ayudarlas, de regalar la propiedad de dicho libro a las Casas de ese género [...] Su S. Ilma., que por razón natural debe ser más versado en estas cosas, se dignará decirme cómo debo hacer todo esto.
      
     Todavía el 2 de enero de 1920, le escribe a Medina: 
      
     Ahora es tiempo ya de que nos pongamos en toda forma a arreglar lo relativo a la publicación del mamarracho. ¿Cómo piensa Ud. que lo hagamos? Si hiciéramos unos 5,000 ejemplares ¿cree Ud. que se venderían? Yo entiendo que en Guadalajara, quiero decir: en el estado, bien alcanzarían a colocarse mil. Siendo grueso el papel y de buena clase, como éste, por ejemplo, y yendo repartido lo escrito más o menos como va, para que la obrita resulte un poco menos delgada, ¿cuánto podría costar el papel? La impresión, ¿en dónde piensa Ud. que se haga? ¿Y cuánto podrá costar? 
      
     Todo para "dar siempre a aquellas buenas Casas lo que el libro produzca, deduciendo solamente los gastos de la empresa y algunos ejemplares que pienso obsequiar a algunos de mis buenos amigos, a Ud.in capite".
     Nos hace falta una biografía de Plascencia para entender mejor sus poemas, porque casi todos son autobiográficos: una especie de diario de un cura de aldea. Después, un Bernanos y un Bresson podrían hacer una novela y una película sobre este personaje bíblico y pintoresco que, según se dice, el arzobispo de Guadalajara quiso borrar del mapa eclesiástico. Lo refundió en pueblos miserables, le quitó el cargo de párroco y, al morir, ordenó que se quemaran sus papeles. Afortunadamente, en sus últimos años, retirado en una casa donde alojaba cariñosamente a muchos perros, lo descubrieron los escritores del quincenario Bandera de Provincias (1929-1930): Alfonso Gutiérrez Hermosillo, Agustín Yáñez y otros, que obtuvieron de él, además de su amistad y sus libros, muchos manuscritos. Gutiérrez Hermosillo publicó una Antología poética (UNAM, 1946). Agustín Yáñez, cuando fue gobernador de Jalisco, promovió la edición completa de su poesía, que hizo Luis Vázquez Correa (Poesías, Casa de la Cultura Jalisciense, 1959). Por cierto que Vázquez dejó este croquis del poeta en sus años finales: "Él era un viejecito delgado y rojo, bajo de cuerpo, extremadamente limpio. Usaba una hopalanda de pintor". El "viejecito" tenía poco más de cincuenta años.
     También nos hace falta una edición anotada de su obra. Ojalá que Ernesto Flores, que ha publicado artículos sobre Plascencia (y una antología en Material de Lectura, UNAM, 1980) y que publicó en el Fondo de Cultura Económica una edición minuciosa de otro gran poeta pueblerino, Francisco González León (Poemas, Letras Mexicanas, 1990) haga un volumen paralelo de Plascencia, en Letras Mexicanas. Mientras tanto, el más amplio estudio biográfico está en la Antología del padre José R. Ramírez (Guadalajara, 1992, edición del antólogo); y lo más fácil de conseguir es su mejor libro (El libro de Dios, Conaculta, Tercera Serie de Lecturas Mexicanas, 1990, con prólogo de Javier Sicilia). Ahí está ese poema ("Ciego Dios") digno de figurar en una antología universal de poemas a la crucifixión, cuya primera estrofa rompe la tradición milenaria del género:
      
     Así te ves mejor, crucificado.
     Bien quisieras herir, pero no puedes.
     Quien acertó a ponerte en ese estado
     no hizo cosa mejor. Que así te quedes. -
agosto 2010, Letras Libres
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