Sonido Fulgor

sábado, 31 de marzo de 2012

viernes, 30 de marzo de 2012

domingo, 25 de marzo de 2012

La retirada


Entrevista a Kieslowski. Por Philippe Vecchi:

Pregunta.- El protagonista de Blanco lega sus bienes a la Iglesia polaca, para retirárselos después. ¿Se trata de un desaire?
Respuesta.- Es una pequeña venganza. Soy enemigo de cualquier institución y la Iglesia es la institución más poderosa de Polonia, que no sólo hace alarde de su fuerza, sino que influye insoportablemente sobre la vida política y social del país. Pero las elecciones de 1993 han mostrado claramente que el pueblo polaco no quiere pasar del comunismo a esta otra esclavitud. Durante 45 años, los comunistas nos organizaron la vida. Ahora que el comunismo ha caído no es para que otro dirigismo le reemplaze y quiera hacernos distinguir entre el bien y el mal. No es la izquierda la que gana en Polonia, es la Iglesia la que pierde. Eso es lo que quería decir con mi pequeño símbolo.
p.- ¿Qué opina de lo que dice el Papa sobre la contracepción?
R.- No sabe encontrar el lenguaje adecuado; más aún, creo que está totalmente perdido. La gente ya no le sigue en este tema, que es, por otra parte, muy complejo. Por un lado, no se puede decir que la anticoncepción sea algo bueno en sí. Pero, por otro, el Papa se olvida que ya no se cambia el curso de las cosas con prohibiciones o castigos. Hay que aceptar la evolución normal de la vida.
P.- Desde hace diez años, escribe sus guiones con Krzysztof Piesiewicz. ¿Cómo lo hacen?
R.- De una forma amistosa y compleja. El guión es un fragmento de lo que pienso de una película. En el guión, hay diálogos, alguien que se levanta, otro que sale, otro que toma un café, está triste o alegre. Para el conjunto del equipo se trata de un instrumento indispensable, pero no esencial. Lo esencial de una película es algo que flota en el aire y que no se plasma en un papel.
P.- ¿Su coguionista es, pues, el único colaborador que entra en el misterio?
R.- No es el único, pero es el primero. Puedo ponerle un ejemplo totalmente práctico. He pedido a la producción que me dé una lista detallada de todas mis conversaciones telefónicas. Siempre pago mis conversaciones privadas y la producción, las que atañen al trabajo. Yo soy el que tengo que verificar lo que es privado y lo que es oficial. Pues bien, en esta lista, figuran siempre muchas conversaciones con mi coguionista, que yo considero privadas. A partir de ellas, intentamos buscar el fondo y el espíritu de lo que hemos hablado. Esa es la materia bruta de nuestro trabajo, que consiste en encontrar una idea de película que no tenga nada que ver con las palabras pronunciadas.
[Industria:]
P.- ¿Cree que es demasiado caro hacer una película?
R.- Sí, además el dinero termina convirtiéndose en una trampa: cuanto más se gasta, más concesiones hay que hacer a los espectadores, para atraerles en masa y poder cubrir los gastos. Es cierto que el cine está hecho para los espectadores, pero hay que tener mucho cuidado para no caer en esta trampa gigantesca en la que ya se están debatiendo los americanos. Siguiendo esta dinámica, lo único que se hace es fabricar películas cada vez más cretinas, considerando que la gente es cada vez más imbécil, lo que no deja de ser un error. El problema es que hay bastante gente para ir a ver películas, pero no la suficiente para enjugar estos enormes presupuestos.
P.- ¿Cuál es la solución?
R.- Creo que hay que ofrecer la alternativa de películas diferentes y que no sean caras, para un público ciertamente menos numeroso, pero capaz de contrarrestar la creciente oleada de cretinismo que nos invade. Por otra parte, sé que también tengo mi parte de responsabilidad en todo este asunto, porque yo soy un ciudadano pasivo, que no mueve un dedo para solucionar el problema. Me siento impotente. ¿Qué puedo hacer yo?
P.- Películas sobre la impotencia, como Blanco.
R.- Sí, pero nada más que eso. Puedo describir el mundo, pero no puedo cambiarlo.
P.- Siempre le queda el consuelo de que sus películas funcionan.
R.- Eso es lo único que busca la mayoría de los directores. Mi máxima satisfacción, por el contrario, es haber seguido siempre una determinada línea.
P.- ¿Ha recibido ya propuestas de Hollywood?
R.- Sí, pero nunca me interesaron. En primer lugar, porque América no es mi país. Francia tampoco, pero me siento bien aquí. Además, no habría sido capaz de soportar la pérdida de control sobre las películas que implica el sistema de Hollywood.
P.- ¿Cree que se está perdiendo el conocimiento del cine?
R.- Sin lugar a dudas. Pero no es algo privativo del cine. Lo mismo está pasando con la literatura, el teatro, la pintura, la música... Y eso me entristece. Todo comenzó hace unos quince años. Se trata de una tragedia y de un vacío, contra el que creo que estamos desarrollando una especie de defensa natural. Este vacío está comenzando a alcanzar a los espectadores, que lo están empezando a sentir como algo doloroso.
P.- ¿Su decisión de retirarse después del estreno de Rojo es irrevocable?
R.- Totalmente. Se ha acabado. Y en cualquier caso, de lo que estoy completamente seguro es de que no volveré a trabajar como director. Tomé esta decisión en 1984. Diez años después, tengo el suficiente dinero como para pararme y retirarme a descansar.

P.- ¿Es usted perezoso?
R.- ¡Muy perezoso! Tanto que puedo vivir fácilmente sin actividad artística. Vivir así sería incluso un placer para mí.

P.- ¿Conoce el aburrimiento?
R.- Sí, lo he experimentado a menudo.

P.- ¿Sueña ya con su vida de jubilado polaco?
R.- Me la imagino. Cerca de Varsovia, en una pequeña casa de campo. Es la historia de alguien que permanece sentado la mayoría del tiempo y lee.

"Hay que cuidar esa república fantasmal (...) aunque sea ácrata y alborotadora"


Justicia literaria

Gabriel Zaid

La vida no es justa, y tampoco la vida literaria. Pero no hay que resignarse a la injusticia hecha a obras, autores, públicos, lenguas y países.


Hay injusticias irremediables: las obras perdidas, las lenguas extinguidas. Y no es fácil hacer justicia a todas las obras y lenguas ignoradas. ¿Qué sabemos de la literatura estonia, vietnamita o swahili? Se traduce poquísimo, y casi todo de unas cuantas lenguas. Se ha avanzado mucho en la justicia a la literatura náhuatl y maya, pero no hay nada semejante para las otras lenguas indígenas. Es injusto que el corpus de poesía cora recogido por Konrad Preuss en Die Nayarit-Expedition (1912) esté en cora y alemán, pero no todavía en español.
La traducción misma o las ediciones descuidadas pueden no hacer justicia a las obras. Hay que remediarlo. Las buenas traducciones y ediciones son perfectamente posibles. La buena crítica literaria también, incluso la que no se escribe, pero se ejerce por los editores de libros, periódicos y revistas, antólogos y jurados que dan premios.


Una injusticia irremediable está en el sufrimiento de los que sienten el llamado a las letras, pero no logran escribir algo importante. ¿Por qué las musas despiertan el deseo, y luego se resisten? Hay algo triste en los amores no correspondidos. Pero qué se va a hacer. Muchos son los llamados a la dicha de lo bien dicho y pocos los afortunados con ese encuentro feliz. Hasta los afortunados pueden acabar fuera del paraíso. No hay leyes ni cuidados que puedan reparar esa injusticia.
Nada glorioso, en cambio, es tomar un texto ajeno y firmarlo como propio. Es una confesión de impotencia. No hay mayor desgracia que el desdén de las musas, y se comprende que los desgraciados traten de consolarse con un maniquí al que le ponen lo que les gusta. Pero la desgracia empeora con el robo, que debe ser castigado legalmente o cuando menos exhibido.


Para los afortunados, el premio está en la obra misma (el encuentro feliz), especialmente si resulta memorable, aunque el autor se pierda de vista. Antonio Machado exaltó esa consagración invisible que reciben los autores anónimos de coplas, refranes y metáforas memorables. Desear eso es preferir la gloria de las palabras a la gloria del autor. Recrearse en la obra (hacerle justicia) es más importante que reconocer a su creador (hacerle justicia).


Las leyes, naturalmente, son fáciles de aplicar cuando se calcan párrafos exactos, no en casos menos obvios. Hay plagios involuntarios, cuando la lectura capta elementos atractivos que ni siquiera puede precisar en qué consisten, aunque después los use, recreándolos. No se puede llamar plagio a la influencia. La reinvención de la prosa que pasa de Julio Torri a Alfonso Reyes, de Reyes a Borges, Arreola y Monterroso, de Borges a Cortázar, es una creación personal en cada caso. Hay imitaciones legítimas, transparentes y hasta declaradas, como el famoso soneto de Fray Luis de León (“Ahora con la aurora se levanta”) que corre bajo el título de “Imitación del Bembo”. Hay hasta coincidencias asombrosas que no son plagios.
Sus escritos tienen esa savia y riqueza de carácter de alguien acostumbrado a lidiar los marrajos que la vida echa al ruedo.
Y que, cinco años después, en un arrebato de inspiración, Sealtiel Alatriste escriba también sobre Cela (“Un beso en una Alcarria soñada”, Revista de la Universidad de México, enero de 2007):
Sus novelas tienen esa savia y riqueza de carácter de alguien acostumbrado a lidiar los marrajos que la vida echa al ruedo.
El mismo Alatriste habla de sus plagios en una declaración “Sobre la naturaleza de lo original”, donde dice que no son plagios, sino homenajes (sumamente discretos: sin comillas ni referencia al texto homenajeado). Reconoce que una novela suya de 1994 sigue a otra de Henry James “hasta el punto de que prácticamente la secuencia anecdótica es la misma y muchos de los diálogos de mis personajes están tomados literalmente de los de James”. Lo único original del premiado es la desfachatez: dice que no fue un plagio, sino “una especie de cita literaria elevada al cuadrado” (“Alatriste habla sobre su producción literaria”El Universal, 2 de febrero de 2012, citado por Sheridan en “Que me equivoqué: que no son plagios”El Universal, 7 de febrero de 2012).

Me limito a esa frase inconfundible para no cansar al lector con una transcripción más amplia del plagio; y me limito a este aunque hay muchos otros. La página de “Enrique Sealtiel Alatriste y Lozano” en la Wikipedia tuvo una sección completa dedicada a las acusaciones de plagio, suprimida el 27 de enero de 2012 (como puede verse en el historial de la página).

Hay otras injusticias: los libros importantes que no se editan o reeditan, los que se editan mal o se traducen mal o no se traducen; las omisiones, errores, tonterías o sesgos de la crítica literaria; la piratería. Todas son, además, injusticias al lector.

Publicar un libro malo en una buena colección es un fraude al lector que confía en el editor. Juan José Arreola decía con resignación que toda buena editorial tiene su departamento de claudicaciones. Pero son claudicaciones. Defraudan. Van destruyendo un patrimonio social: la confianza del público lector.

Se dirá que los mediocres encumbrados no engañan a nadie, porque andan visiblemente desnudos ante los ojos de los buenos lectores. Se dirá que hasta los buenos críticos se equivocan. Es verdad. Si T. S. Eliot, Edmund Wilson, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz y otras inteligencias semejantes votaran por las mejores obras literarias, coincidirían, digamos, en un setenta por ciento. Pero hasta sus diferencias de opinión orientarían al público, por inteligentes y creíbles. El buen juicio literario no necesita ser unánime para ser justo.

Escribir algo notable y celebrado por algunos conocedores es tan afortunado que no hace falta mucho más: basta con una buena edición. Que no salgan reseñas (o sean tontas), que no se venda mucho o que no gane premios, no es para ponerse a llorar. Pero no hay que olvidar el interés público: la injusticia a los lectores por los fraudes y ninguneos.

Ningún premio mal habido, ninguna reseña favorable para quedar bien, ninguna antología descuidada o complaciente, ninguna historia de la literatura con más oído para los nombres que ojo para los textos, ninguna claudicación editorial, engañará a los buenos lectores. Pero destruyen la fe pública, desorientan al público lector y hacen perder el tiempo.

Hoy que se publica tanto, es imposible leer todo para escoger lo que interesa. Los avisos de unos lectores a otros son indispensables: no te pierdas esto, no me convence aquello. La división del trabajo explorador sirve para compartir hallazgos y ahorrar tiempo. La recomendación creíble es un tesoro. La crítica profesional debería ser la extensión de este servicio amistoso a todos los lectores: los amigos desconocidos que necesitan y agradecen la orientación inteligente y sincera. Cuando no hay reseñas, antologías, editores ni premios en los cuales se pueda creer, pierde la sociedad: se vuelve menos.

Ignacio Solares, Ernesto de la Peña y Silvia Molina hicieron mal su trabajo como jurados al conceder el Premio Xavier Villaurrutia 2011 a Sealtiel Alatriste y Felipe Garrido. No lo merecen, y al encumbrarlos de esa manera los dejaron expuestos a un ridículo innecesario. En las redes electrónicas y en las conversaciones hay cientos de manifestaciones de burla o repudio.

El caso de Alatriste va más allá de su mediocridad literaria. En el mundo del chisme es un personaje de la picaresca intelectual. En el mundo del poder cultural dispone de un presupuesto multimillonario para hacer pesar su presencia. Recibe el Premio Villaurrutia cuando está a cargo de la poderosa Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es como si el premio Villaurrutia 1980 que recibió Alí Chumacero hubiera sido para Margarita López Portillo cuando su hermano era presidente. Como si hubiera pase automático de las cumbres del poder a las cumbres literarias.

Algún adulador le propuso al presidente López Portillo poner a su hermana como presidenta de la Asociación de Escritores de México, y estuvo de acuerdo (“Esa Mayo... es buena para escribir”). Afortunadamente, ella tuvo amigas que (arriesgándose a ser vistas como enemigas) la disuadieron de exponerse a una rechifla. Desafortunadamente, Alatriste no ha tenido amigos prudentes o no les ha hecho caso. Un alto funcionario que no es visto como un gran escritor, y además tiene fama de plagiario, debió, prudentemente, no dejarse encumbrar al premio prestigiado por Rulfo, Paz y otros.

Su fama de plagiario es merecida, como lo ha demostrado Sheridan acumulando ejemplos (“El plagiario, el mezquino, la leche”, blog de Letras Libres, 10 de febrero de 2012). Su impunidad es escandalosa. En los medios literarios, el plagio es objeto de escarnio, pero nada más (a menos que el plagiado proceda legalmente). Pero en los medios científicos conduce al desempleo para siempre. Por eso, como señaló Jesús Silva-Herzog Márquez (“Celebración del plagio”Reforma, 6 de febrero de 2012), es inadmisible que un rector de la unam (que, además, proviene de los medios científicos) tenga y mantenga a un plagiario como parte fundamental de su equipo. Menos aún cuando Alatriste lo arrastra al escándalo, declarándose institucional: “Ya lo pensé bien y yo no voy a decir nada. Y la UNAM tampoco va a responderles. Lo consulté con el rector y en eso quedamos” (“Impugnan el Premio Villaurrutia a Sealtiel Alatriste”Proceso, 29 de enero de 2012). Envolverse con la bandera de la UNAM, en vez de dar la cara como escritor, es exigir solidaridad corporativa y apelar a un fuero ajeno a la República Literaria.

Lo más ofensivo de todo es, precisamente, el atropello a la República Literaria: que las instituciones millonarias pesen más que el buen juicio lector. Hay que cuidar esa república fantasmal, aunque no tenga campus, burocracia, ni presupuesto; aunque sea ácrata y alborotadora, aunque pueda parecer poca cosa desde las alturas de un funcionario con sueldo comparable al presidente de la república: casi $200,000 mensuales ($144,000 netos, según www.transparencia.unam.mx).

El presupuesto de las actividades que coordina Sealtiel Alatriste es del orden de un millardo de pesos ($1,000 millones). No pude obtener la cifra exacta, pero según la página oficial de la Coordinación (www.cultura.unam.mx), tiene veinticuatro dependencias a su cargo: cinco secretarías, cuatro coordinaciones, siete direcciones generales y ocho direcciones que cubren artes visuales, música, teatro, danza, cine, literatura, publicaciones, librerías, radio, televisión, museos, centros culturales, recintos, extensión académica, formación integral, asuntos internacionales, finanzas y comunicación en el CCU, San Ildefonso, Casa del Lago, Palacio de la Autonomía, El Chopo, Tlatelolco, Santa Catarina y otros lugares.

Según el boletín 727 de la Dirección General de Comunicación Social, el presupuesto para “difusión cultural y extensión universitaria” de la UNAM en 2012 es de $2,602 millones. En 2011 fue de $2,426, de los cuales hay desglose (que redondeo a millones) para los siguientes conceptos (www.transparencia.unam.mx):



Coordinación de Difusión Cultural
174
Dirección Gral. de tv unam
128
Dirección Gral. Comunicación Social
111
Dirección General de Música
93
Dirección General de Artes Visuales
78
Dirección General de Publicaciones
72
Dirección Gral. Actividades Cinemat.
56
Centro Univ. Est. Cinematográficos
53
Dirección General de Radio unam
54
Museo Universitario del Chopo
35
Dirección de Teatro
33
Centro Universitario de Teatro
14
Dirección de Danza
27
Casa del Lago
27
Dirección de Literatura
20
Dirección Revista Universidad
20
No es fácil hacer un cruce completo entre el organigrama de la Coordinación y los renglones presupuestales. Es obvio que los 174 millones de pesos del primer renglón no se refieren a todo el presupuesto de la Coordinación, sino a la oficina principal. Por otra parte, hay dependencias que figuran en el organigrama, pero no tienen su propio renglón en el resumen presupuestal; y otras que tienen su propio renglón, pero no figuran en el organigrama. Por ejemplo: se ha dicho que Ignacio Solares, como director de laRevista de la Universidad, es un subordinado de Sealtiel Alatriste; pero no está en el organigrama de la Coordinación y, según el directorio de la revista, depende directamente del rector.

Siendo coordinador de Difusión Cultural, Sealtiel Alatriste fue jurado del Premio Nacional de Ciencias y Artes dado en 2010 a Ignacio Solares (que había sido coordinador de Difusión Cultural) y a Gonzalo Celorio (que también lo fue). Es lamentable, pero más aún la recíproca en el Premio Villaurrutia 2011, donde un excoordinador de Difusión Cultural (Solares) premió al coordinador de Difusión Cultural que está en el poder (Alatriste). El Villaurrutia nació, y todavía se anuncia, como un “premio de escritores para escritores”, no de funcionarios de la UNAM para funcionarios de la UNAM.

En la solemne ceremonia de entrega de los Premios Universidad Nacional 2011, el discurso estuvo a cargo de Sealtiel Alatriste que, entre otras cosas, dijo: “Estamos sumidos en una crisis moral, social y económica que requiere, de nuevo, replantearnos la hazaña que está simbolizada en nuestra Universidad” (Revista de la Universidad de México, diciembre de 2011). Hay universitarios ofendidos de que las hazañas de Alatriste sean vistas como símbolo de la UNAM. ~marzo 2012, Letras Libres.


sábado, 24 de marzo de 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

Bob Dylan estará en concierto en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México en Mayo del 2012


GUADALAJARA, JALISCO (22/MAR/2012).- El legendario músico y compositor Bob Dylan, junto con su banda, regresa a nuestro país para ofrecer tres conciertos, como parte de su más reciente gira por Centro y Sudamérica.

A Jalisco llega este 9 de mayo al Auditorio Telmex. Los boletos van de los mil 350 pesos a los 280. La preventa será los días 12 y 13 de abril a través de Ticketmaster.

 En la Ciudad de México, se presentará en el nuevo recinto de espectáculos ubicado dentro del World Trade Center: Pepsi Center WTC el 11 de mayo y en Monterrey estará el 7 de mayo en el Audotorio Banamex.

 Bob Dylan ha recibido numerosos premios incluyendo Grammys, Golden Globes y premios de la Academia. En 2008, fue acreedor al premio Pulitzer por su profundo impacto en la música popular y cultura norteamericana, marcado por sus composiciones de extraordinario poder poético.” A principios de año, Bob Dylan anunció la salida del álbum “Chimes of Freedom: The Songs of Bob Dylan”, un proyecto en apoyo a Amnistía Internacional que cuenta con la colaboración de 80 diferentes artistas.

 Revisa los precios:
Auditorio Telmex, Guadalajara Jal. 9 de Mayo: Roja: 1350 Azul: 980 Verde: 800 Blanca: 650 Lila: 500 Naranja: 400 Amarillo: 280 (Preventa 12 y 13 de Abril)

Auditorio Banamex, Monterrey N.L. 7 de Mayo: Beyond: 1500 Platino: 1200 B Platino: 900 Perfiles: 550 B Perfiles: 400 C Perfiles: 250 (Aun sin fecha de preventa)

Pepsi Center, Ciudad de México, 11 y 12 de Mayo: A: 1980 B (Gral): 600 C:1380 (Aun sin fecha de preventa)

 Para más detalles, visita: http://www.bobdylan.com

sábado, 17 de marzo de 2012

Carta íntegra de Javier Sicilia al Papa Benedicto XVI


 Cuernavaca, Morelos, 17 de marzo de 2012
 Santísimo Padre, hermano en Cristo, Benedicto XVI:
Te hablo de tú, porque Cristo nos enseñó a hablarle al Padre y al hermano con ese tú tan familiar, tan íntimo como el del amor trinitario; con ese tú, que en el yo que habla, se convierte en el nosotros de la comunidad. Te hablo de tú, en nombre de ese nosotros, porque sabemos que vienes a México y que llegas en las proximidades de la Semana Santa, esa semana misteriosa y terrible donde el inocente de los inocentes padece la traición, el sufrimiento y la desesperación, esa semana en la que yo, hace un año y al igual que nuestro Padre, tuvo que padecer el doloroso asesinato de su hijo; esa semana en la que desde entonces como poeta e hijo de la Iglesia me uní a la voz de todos las madres, padres, hermanos, hermanas, hijos e hijas, que han padecido ese mismo dolor del Padre que la Iglesia entera volverá a sentir esta próxima Pascua.
Por eso, antes de tu llegada a México, he venido en nombre de ese  nosotros hasta Roma para decirte, desde nuestro dolor de víctimas, que México vive en el sufrimiento de esa semana desde hace cinco años, un sufrimiento que se extiende por el continente americano como el cuerpo vilipendiado de Cristo. Tenemos, según cifras oficiales, 47 mil 551 asesinados de las formas más horribles y despiadadas –esto quiere decir más de los muertos en Irak en el mismo periodo y casi dos veces más del número de víctimas en Afganistán–, más de 20 mil desaparecidos de los cuales el gobierno no puede dar cuenta de su paradero, más de 250 mil desplazados y de migrantes centroamericanos viviendo en condiciones inhumanas –a los que día con día se agregan decenas de más muertos, de más desaparecidos y desplazados– y un 98% de impunidad. Esto quiere decir que si alguien asesina, secuestra o explota a alguien hay sólo el 3% de posibilidad –es decir, casi nada—de que se le atrape y se le castigue conforme a la ley.
México y Centroamérica, amado Benedicto, son en este momento el cuerpo de Cristo abandonado en el Huerto de Getsemaní y crucificado en medio de dos delincuentes. Un cuerpo, como el de Nuestro Señor, sobre el que ha caído toda la fuerza de la delincuencia, de las omisiones y graves corrupciones del Estado y sus gobiernos, de la prohibición del consumo de drogas en Estados Unidos, de su producción de armas que pasan ilegalmente a nuestro país para armar a los delincuentes, del lavado de dinero que deja cuantiosas sumas, de una Iglesia jerárquica que –con sus excepciones y su mejor rostro, los religiosos— guarda un silencio cómplice, y de un mundo –ese american way of life– que ha reducido todo a la producción, el consumo y el dinero, instrumentalizando a los seres humanos; un cuerpo, como el de nuestro Señor, herido, llagado, vilipendiado, humillado, criminalizado, mezclado con asesinos, vive en la inseguridad, la injusticia y el llanto; un cuerpo, que en los miles de rostros que hemos visto en nuestro largo peregrinar por la nación, reuniéndolos, consolándolos y visibilizándolos, en su angustia, en sus palabras de miedo, de coraje y de abandono, pregunta, como Cristo preguntó en Getsemaní y en el Gólgota: ¿Dónde está el Padre? ¿Dónde, después de la Resurrección, están los que representan su amor, los que afirman hablar en su nombre y responder al dolor de Cristo en su pueblo con esa misma esperanza?
Cuando llegues a México, amado Benedicto, y aunque sabemos que sabes de este horror, queremos recordarte que detrás del decorado mediático y político que como siempre te montarán para borrar el cuerpo de Cristo mientras los que dicen representar la palabra de Dios y los que dicen representar la palabra del pueblo lo mantienen secuestrado en el banquillo de los acusados, quienes realmente viene hacia ti son –te lo voy a decir con parte de los versos que María Rivera escribió para describir nuestro dolor– “los descabezados,/ los mancos,/ los descuartizados,/ a las que les partieron el coxis,/ a los que les aplastaron la cabeza,/ los pequeñitos que lloran/ entre paredes oscuras,/ […]/ los que duermen en edificios/ de tumbas clandestinas/ […]/ con los ojos vendados,/ atadas las manos, / baleados entre las sienes./ Vienen los que se perdieron por Tamaulipas, / cuñados, yernos, vecinos,/ la mujer que violaron entre todos antes de matarla,/ el hombre que intento evitarlo y recibió un balazo/ […]/ los muertos que enterraron en una fosa en Taxco,/ los muertos que encontraron en parajes alejados de Chihuahua,/ los muertos que encontraron esparcidos en parcelas de cultivo,/ los muertos que encontraron tirados en Guanajuato,/ los muertos que encontraron colgados en los puentes,/ los muertos que encontraron sin cabeza en terrenos ejidales,/ los muertos que encontraron a la orilla de la carretera,/ los muertos que encontraron en coches abandonados,/ los muertos que encontraron en San Fernando,/ las piernas, los brazos, las cabezas, los fémures de muertos/ disueltos en tambos/ […]”, los desaparecidos, a lo que a nadie importa; vienen también los huérfanos, las viudas, los que perdimos a nuestros hijos y carecemos de nombre, porque es antinatural; vienen los migrantes reducidos a lodo, secuestrados, asesinados y enterrados en fosas clandestinas; vienen los mil rostros del cuerpo ofendido, martirizado, destrozado, irreconocible, inconsolable y olvidado de Cristo.
En nombre de ellos, de ese nosotros, de ese cuerpo, he venido a Roma, Benedicto, para pedirte que en tu visita a México lo abraces, antes que a nadie, como el Padre abrazó el cuerpo adolorido y asesinado de Cristo, para que lo lleves en tus brazos y lo consueles; para que nos hagas sentir la respuesta de la resurrección frente a la muerte y el dolor que los criminales, un Estado fracturado y administrado por gobiernos y partidos corruptos y una Iglesia jerárquica que casi siempre responde por sus intereses políticos, nos han impuesto.
México y Centroamérica somos hoy el cuerpo de Cristo que el poder de la delincuencia, del Estado y de las omisiones de gran parte de nuestra jerarquía convirtió en maldición, ese cuerpo desdichado que en sus lágrimas de sangre busca, como Cristo en Getsemaní y en el Gólgota, la respuesta del Padre.
Si tú no la das, amado Benedicto, si tú no reconvienes a nuestra Iglesia para que, como la madre que debe ser, tome –como lo han hecho, contra el poder y sus intereses, quienes han tomado la causa del hombre, del Cristo vilipendiado, que es la causa de Dios– la esperanza en la comunión profunda de la resurrección quedará destrozada en el cuerpo humillado de Cristo que es hoy México, Centroamérica y todos aquellos que aguardan la respuesta del Padre al mal y la injusticia que nos destroza.
Queremos que, a través de ti, que representas el amor del Padre en Cristo, y no el poder del César, que hace componendas, te pedimos que nuestra Iglesia responda por el dolor del hijo y la ayudes a ser verdaderamente Madre: a responder en los actos, en la encarnación de la palabra, lo que algún día la Virgen dijo al más pobre de los pobres en el monte “Tepeyac” frente a su dolor y su humillación; “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”.
Recordamos, en este sentido, y para terminar, esas palabras que alguna vez escribiste en tu Jesús de Nazareth en relación con la parábola del Buen Samaritano: Esa parábola, escribiste, “nos da a entender que el agapé [el amor] traspasa todo tipo de orden político con su principio do ut des [“doy para que des”], superándolo y caracterizándolo de modo sobrenatural. Por principio no sólo va más allá de ese orden, sino que lo transforma al entenderlo en sentido inverso: los últimos serán los primeros (Mt. 19, 30). Y los humildes heredarán la tierra (Mt. 5, 5). Una cosa está clara: se manifiesta una nueva universalidad basada en el hecho de que, en mi interior, ya soy hermano de todo aquel que me encuentro y que necesita mi ayuda”.
Ese que te encontrarás en México, amado Benedcito, es el cuerpo destrozado de Cristo que pide en sus víctimas la respuesta del Padre por encima del orden político y del desorden criminal.
Por todo el cuerpo del Cristo sufriente en México
Paz, Fuerza y Gozo
Javier Sicilia

domingo, 11 de marzo de 2012

Los cuerpos-árbol de Sandra Pani



Germán Gómez Haro

Conocí el trabajo de Sandra Pani en 1993, en una de sus primeras exposiciones titulada Subsistir, en el Museo del Chopo. En esa ocasión llamó mi atención el hecho de que una pintora tan joven centrara su creación en el oficio de la pintura-pintura, cuando la mayor parte de los artistas de su generación mostraba una actitud de rechazo ante las artes “tradicionales” y el neoconceptualismo dominaba la escena del fin del siglo XX. Sandra Pani ha sido fiel a la pintura y al dibujo como medios idóneos para plasmar sus obsesiones que, desde sus inicios, han estado ligadas al estudio de la anatomía humana y el mundo vegetal. Recuerdo que en esa exposición Sandra presentaba unos cuerpos de volúmenes sólidos que evocaban el universo telúrico de las diosas primigenias relacionadas con la fertilidad. Esa recia corporeidad que la artista imprimió a sus figuras tempranas con el tiempo se fue desvaneciendo sigilosamente, hasta dar lugar a siluetas y formas evanescentes que apenas se vislumbran entre las delicadas capas de pintura que cubren sus lienzos en los que predominan las tonalidades blanquecinas. Sandra ha alcanzado un lenguaje casi minimalista que le permite moverse libremente entre la figuración y la abstracción, y sus cuerpos simbólicos trasminan un poder numinoso que atrae y seduce.

Cuerpo–4

De–4
Actualmente se presenta en la galería Andrea Pozzo de la Universidad Iberoamericana (campusSanta Fe) la exposición De ser árbolque reúne una serie de treinta y seis dibujos sobre papel de gran formato (300×110 cm) iniciada en 2007, parte de la cual se mostró en el pasado Festival Cervantino. Esta galería universitaria es un espacio majestuoso que dio pie a una museografía espectacular, en la que los dibujos se presentan suspendidos del plafón y distribuidos a lo largo y ancho del recinto, incitando al espectador a hacer un recorrido entre las piezas como si se tratara de un bosque arbolado. Y la analogía no es gratuita: el tema de esta serie de dibujos es la interrelación y correspondencia simbólicas entre la figura humana y los árboles, un diálogo plástico, conceptual y filosófico que apasiona a la autora, y que la ha llevado por los vericuetos de la investigación en temas de anatomía y botánica, tomando como inspiración el trabajo del ilustre naturalista sueco del sigloXVIII, Carlos Linneo, autor del compendio titulado Systema naturae. Así lo plantea la pintora:  “Esta serie de dibujos fue emergiendo de una profunda experiencia personal de la interrelación entre mi mundo interno y el mundo externo, entre lo simbólico y lo concreto. La experiencia de las similitudes –en la esencia– entre lo que experimentamos como cuerpo y árbol, a nivel concreto, y la realidad psíquica de ‘cuerpo– y ‘árbol–, a nivel de su representación simbólica, fue la semilla que dio fruto a esta colección de dibujos.” Se presenta también un video muy interesante en el que se registra el proceso de realización de estas piezas, en el que vemos a la autora recostada sobre la superficie de un papel de 3 m de largo, esbozando libremente su silueta con lápiz o carboncillo a manera de huella simbólica que marca el punto de partida en la ejecución del dibujo. Quizás el trazo inicial de su propia figura le permita percibir los limites de su yo para unir la percepción de su cuerpo al universo en la creación de estos árboles-cuerpo representados en un sinfín de variaciones. La creación de esta serie de dibujos se complementa con la partitura realizada ex profeso y en íntima colaboración con el músico Mario Lavista, su compañero desde hace once años, quien se aventuró a desarrollar esta sutilísima música atmosférica que ofrece una correspondencia directa con la obra plástica en cuanto a su expresión de recogimiento y ensimismamiento.
En meses pasados Pani participó en un proyecto en el Centro de las Artes de San Agustín Etla (CASA) con bordadoras indígenas de Oaxaca en la elaboración de unos lienzos de algodón teñidos con tintes naturales, en los que las artesanas “tradujeron” los dibujos a lápiz de la pintora en finísimas puntadas bordadas siguiendo su tradición milenaria. Estas piezas se exhibieron en la exposiciónarte/sano entre artistas 2.0 en el Museo de Arte Popular. También está realizando una serie de dibujos pequeños que dialogan con objetos encontrados en la naturaleza, como semillas, nidos o ramas, contenidos en cajas de acrílico que conforman un políptico, y este trabajo se muestra actualmente en el recién inaugurado Museo de la Cancillería (República del Salvador 47, Centro Histórico). La aparente fragilidad de sus obras no es más que el reflejo de su búsqueda ontológica: la evanescencia para alcanzar la esencia.

La Jornada Semanal

viernes, 9 de marzo de 2012

La tercera cadena (de televisión abierta en México)

 El principio de que la competencia es buena para el consumidor puede dañar al consumidor, cuando se invoca ciegamente. El principio es válido si todos los competidores ofrecen lo mismo, y la diferencia está en el precio. Pero la realidad no es tan simple.

Si el mercado es perfecto, es decir: si todos los compradores y vendedores están igualmente informados; y no hay barreras para entrar ni salir; y la entrada o salida de ningún participante afecta los precios (nadie puede imponer los precios que le convengan); y el acceso a la tecnología es igual para todos; el mercado encuentra el precio de equilibrio (el más bajo para comprar y el más alto para vender) automáticamente: sin necesidad de que intervenga el Estado o cualquier otro regulador.

Suponer esto simplifica las demostraciones teóricas, pero no corresponde a las realidades prácticas. Para que la descripción se aproxime a la realidad, hay que modificar las teorías o modificar la realidad. Las matemáticas del mercado teórico empezaron en el siglo XIX, pero no avanzaron mucho. Prácticamente se abandonaron, cuando aparecieron las computadoras que permiten transformar los censos económicos en grandes tablas descriptivas de la economía censada (las llamadas tablas de insumo-producto). La econometría empírica desplazó a la teórica. En cuanto a modificar la realidad para que se parezca más al pizarrón, no deja de ser paradójico: intervenir para que el mercado funcione sin intervención...

El mercado nació precisamente como intervención. Nació para superar la ley de la selva. La tradición que permitió pasar (en muchos casos) de la guerra y el despojo a un intercambio de regalos entre tribus viene de la prehistoria. De esa reciprocidad ritual, que transformó la hostilidad en amistad, nació también la práctica del trueque y después la moneda y el mercado.

El mercado es una institución: la mejor solución para infinitas cosas (no para todas), dentro de un marco regulador establecido, primero por la costumbre y luego por el Estado. Otra cosa es que muchas intervenciones sean absurdas, innecesarias, destructivas o abusivas.

Cuando se habla de una tercera cadena de televisión abierta (no de paga), se apela ciegamente al principio de que aumentar la competencia es bueno para los televidentes. Así se ignora la cuestión central: el precio. La tercera cadena no puede bajar el precio a los televidentes porque siempre ha sido cero. Lo que bajaría es el precio para los anunciantes. Y ¿qué ganarían con eso los televidentes? Nada. Por el contrario, si los anuncios fueran más baratos, las televisoras tratarían de recuperarse metiendo más anuncios, a costa de los televidentes. Las interrupciones para comerciales aumentarían. Además, bajaría la calidad de la programación.

Cuando la segunda cadena entró a competir con la única empresa que había, muchos dijeron que el competidor estaba loco; que de dónde iba a conseguir anuncios y programas al precio necesario para sacar los gastos. Los contenidos propios son costosos de producir, y los proveedores internacionales, ¿qué le ofrecerían? Las sobras: lo que la empresa dominante no quisiera comprar. Pero sin programas atractivos, habría pocos televidentes y pocos anunciantes.

No es verdad que la programación más taquillera sea necesariamente chafa. Pero si bajar el precio es imposible (porque es cero) y es de vida o muerte tener más televidentes para tener anunciantes, pierde importancia que la programación sea chafa, mientras sea taquillera. La televisión mexicana empeoró cuando entró la segunda cadena y empezó la competencia. Va a empeorar más, si entra una tercera.

Esta degradación no le conviene al país. La tercera cadena que hace falta es una que ofrezca mejores contenidos, aunque no sean muy taquilleros; una especie de BBC o PBS y otras cadenas semejantes. Lo malo de estos ejemplos es que son de países donde el servicio público tiene una tradición menos mala que la nuestra. El apetito de los políticos mexicanos (inclusive rectores universitarios) por las cámaras y el micrófono es insaciable. Se ha visto en el escandaloso ejemplo de los funcionarios que otorgan recursos y concesiones a las televisoras para que les construyan una imagen de presidenciables. Y hasta en el mínimo ejemplo de Radio Universidad, puesta al servicio del narcisismo institucional con interrupciones larguísimas y autoelogios lamentables.

No hay que suprimir el sector público cultural. Por el contrario, necesita un presupuesto mayor. Pero hace falta más iniciativa privada. Hay antecedentes, desgraciadamente desaparecidos: la Estación de la Buena Música (XELA) y el Canal 9 de Televisa. La XELA existió mientras hubo patrocinadores dispuestos a sostenerla. El Canal 9 existió mientras Televisa temió que el gobierno le quitara un canal. Si el gobierno quería quitárselo, arguyendo que hacía falta una programación de nivel superior, no podía quedarse con el Canal 2 y sus utilidades: tenía que quedarse con el 9 y sus pérdidas. Desaparecido el peligro, el 9 dejó de ser cultural.

Hace falta más televisión cultural patrocinada por la iniciativa privada, aunque se limite (para reducir los costos) a los contenidos disponibles en la oferta internacional: películas concursantes en los festivales, buen cine que ya no se exhibe, documentales de todo tipo. Limitándose a escoger bien y subtitular, este enriquecimiento cultural no tendría un costo excesivo. La licitación de la cadena debería estipular la finalidad cultural, y los grandes empresarios deberían aprovechar la oportunidad de legitimarse con un buen servicio público. Todavía se habla de los Medici, y no por los grandes negocios que hicieron, que ya nadie recuerda, sino por la cultura que patrocinaron.

Otra cosa es impedir los abusos del duopolio televisivo. Pero esto no se logra aumentando a tres el número de los abusivos. Para enfrentar los abusos, no hace falta una tercera cadena, sino un buen número de autoridades dispuestas a poner el interés público por encima de su interés personal. Y muchos ciudadanos dispuestos a llamar a cuentas a las autoridades que no vean por el interés público.

Gabriel Zaid, Letras Libres, 27 de febrero 2012
 
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