Sonido Fulgor

miércoles, 27 de enero de 2010

Canción de la torre más alta

Ociosa juventud
sometida a todo,
por delicadeza
he perdido mi vida.
Ay, que venga el tiempo
en que los corazones se enamoren.

Me dije: abandona,
y que no se te vea,
y sin la promesa
de más altos gozos.
Que nada interrumpa
el augusto retiro.

He tenido tanta paciencia
que para siempre olvido.
Temores y dolores
han subido al cielo.
Y la dañina sed
oscurece mis venas.

Así la Pradera
librada al olvido,
crecida, florecida
de incienso y cizañas
al zumbido feroz
de cien sucias moscas.

Ay, mil viudeces
de un alma tan pobre
que sólo tiene la imagen
de nuestra Señora.
¿Y acaso rezar
a la virgen María?

Ociosa juventud
sometida a todo,
por delicadeza
he perdido mi vida.
Ay, que venga el tiempo
en que los corazones se enamoren.

Rimbaud

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

.