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Sagrada Familia, de Gaudí |
I
Hay una ley en las ciencias ocultas que dice así, “lo mismo que es arriba es abajo”. Si esto es verdad quiere decir que aquí es el Cielo y el trabajo que nos corresponde hacer primero es unir la fuerza de la tierra con la energía del Cielo, quizá después venga la Noche, como agujero posible para realizar un segundo trabajo, la integración con el Universo y la infinidad de formas y frecuencias que viene de estrellas lejanas y de aprender a comunicarnos con otras formas de vida quizá más desarrolladas que nosotros y que ahí están, en este Universo o en otros. Un tercer trabajo seria ponernos al Servicio para enseñar lo aprendido.
Así pues, eso invisible rige al Universo, y esto rige al Cielo y el Cielo rige a las formas de la Tierra, y como si nosotros fuéramos nubes, así entonces las estructuras de todas las religiones, la riqueza simbólica de todos los tiempos, es repetición de imágenes que se han visto en el Cielo, de ahí la Astrología. De estas estructuras cósmicas provienen todos los modelos de civilización que han existido desde siempre. Los modelos sociales que más se acerquen a los modelos celestiales y universales, más probabilidades tendrán de funcionar. Siempre que un modelo de civilización rompe con las mutaciones del Cielo, esta civilización entra en crisis y es probable que desaparezca, porque así es la naturaleza de todo lo existente, cambia y cambia, y así todos los modelos de la tierra deben ser humildes y conscientes, deben llevar un orden que sea espejo de ordenes más universales, y así también estos ordenes universales tienden a cambiar cada cierto tiempo, ya que siguen una ley aún más profunda, la ley de leyes, incomprensible para la mente humana, pero no para su experiencia, y este ley es el Amor.
Para que esta ley sea la que dirija las formas de la Tierra, debe haber en ella un “Orden” primario, como aquello necesario para crear un jardín. O como la idea de las paredes de una casa para acotar un espacio y habitar en él. Así entonces, sin Orden no puede existir esta ley. Hay por tanto, modelos sociales y relaciones humanas que fracasan no por falta de Amor sino por falta de este Orden.
La existencia de un individuo es en el fondo, un movimiento de relaciones.
II
Hay otra ley en las ciencias ocultas que dice que el individuo es el Universo, es la imagen del Macrocosmos, es el Microcosmos. Todo lo que ocurre en lo más amplio también ocurre en lo inmediato. El primer movimiento relacional que tiene este micro Universo es la Familia, como hijo o hija, después vendría la primera mutación para convertirse en hombre o mujer, después una segunda mutación para convertirse en Padre o Madre y después una tercera mutación para convertirse en Maestro o Maestra.
Todas las religiones hablan de estas mutaciones y a lo largo de las distintas civilizaciones se han creado rituales para realizar estos cambios y que el Individuo (o pequeño Universo) alcance durante el proceso de la Vida a “llegar a ser” el grande Universo, es decir, que el microcosmos y el macrocosmos se vuelvan Uno. O en otras palabras, que la Criatura y su Creador se fusionen.
Sin embargo, esta evolución no sucede porque hemos dejado de ser conscientes, (y más en la sociedad materialista y modernizada) de esta ley de cambio total que es el Amor, y de los movimientos Universales y Celestes que rigen las formas vagas que parecen sólidas aquí en la Tierra. Hemos dejado de ser conscientes de este Orden necesario para que esta ley opere, y por ende, por donde pienso debemos comenzar a reestructurarlo es en la Familia, el Universo en condición de Hijo o Hija.
Así pues, en palabras de Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares, modelo terapéutico que busca reordenar las relaciones familiares para que el Amor pueda fluir en la familia libremente, dice; “El hijo se encuentra en la esfera de su madre, experimentando lo femenino de ella. Si permanece ahí, lo femenino inunda su Alma, y él experimenta a la mujer como demasiado poderosa. Este hecho le impide tomar al Padre, por lo que lo masculino en él queda restringido y va perdiéndose cada vez más. Con el Padre, el hijo se convierte en un hombre que ha renunciado a lo femenino en sí mismo, que ha renunciado a la tentación de hacerse mujer él mismo, y así puede recibir lo femenino de una mujer como obsequio creándose así una relación duradera y fuerte. También la hija para hacerse Mujer y pasar al segundo estadío, tiene que renunciar al primer hombre de su vida, es decir, al Padre, retirarse de él y volver con la madre, ponerse al lado de ella. Ahí se convierte en mujer, y más adelante encontrará a su propia pareja, al hombre del que puede recibir lo masculino como obsequio.”
Esto debe suceder para que el hijo se vuelva hombre y la niña mujer, es decir, vivir una mutación de conciencia del estado infantil al del adulto. Es la primera mutación del pequeño universo en su viaje hacia la totalidad. Después se tendrá que convertir en Padre o Madre, pero no nos adelantemos tanto. Es muy importante detenerse aquí, ya que todas las sociedades modernas y todos los problemas que hoy tenemos como humanidad en vías de globalizarse, es porque aún no hemos logrado realizar esta primera mutación.
III
La pornografía es la manifestación metafórica del odio profundo del hijo hacia la madre. Las guerras también. Las guerras son la manifestación metafórica de la Gran Madre enojada con todos sus hijos, y todos sus hijos enojados con ella por haberlos castrado, y entonces por eso se inventan las armas que son símbolos fálicos, para que el hombre crea que es hombre y recuperó su poder. El machismo es todo el odio del hijo hacia la madre, el consumismo y la producción nefasta de cosas inútiles es un reclamo del hijo-hija por no haber tenido padre o madre, ausencia de ellos, los gobiernos totalitarios, las leyes absurdas y asfixiantes son el reclamo del hijo (que no llega a hombre) de reclamar a la Madre y aplastarla, dominarla por su incapacidad.
Todo este gran conflicto parte de la base de que en la Familia, el hombre y la mujer que tienen un hijo o hija, no son ni siquiera adultos, siguen, en Alma, siendo niños y niñas que deciden tener niños y niñas. Entonces el Orden se altera y por supuesto, es imposible que el Amor suceda. Duele reconocer esto y también no es tan fácil darnos cuenta en qué nivel de conciencia estamos, porque no basta crecer en edad biológica ni estudiar o leer o tener experiencias, para realizar estas mutaciones. Tiene que ver con algo más, algo que a veces sucede pero que sucede muy muy poco, porque cuando queremos reestructurar este Orden nos vamos a dar cuenta de que se nos viene encima todo el Pasado, generaciones y generaciones repitiendo la alteración de este Orden.
Todos los conflictos que se dan en el segundo estadío, la Pareja, es porque en vez de ser hombre y mujer igualitarios, siguen siendo niño o niña y buscan hacer al otro Padre o Madre. Para cuando una sociedad llegue a este segundo estadío, se verá reflejado en una sociedad equilibrada con un comercio justo, ya que la Naturaleza representa a la Madre, y la Civilización al Padre, así como la tierra es lo femenino, y el Cielo es lo masculino. Y de nuevo, vuelve a ser visible un desequilibrio entre estas fuerzas, el planeta y todos sus recursos naturales se están acabando de la misma forma en cómo la mujer es tratada en la pornografía, de la misma forma en cómo la mujer es violada o maltratada en casa, porque las sociedades modernas son la manifestación simbólica del profundo odio que hay del hijo-hija hacia la madre, y porque la única forma para que la hija y el hijo no sientan este odio, es que el Padre equilibre el gran poder de esta Madre todo poderosa, y solamente puede hacerlo si es un Padre, y para ser un Padre tuvo que haber sido hijo y después hombre, y así vemos que en lo profundo del Mito, de la creencia religiosa, el Padre es ausente, es decir que desde siglos atrás se expulso a la Gran Madre por ausencia de Padre, es decir que matamos a Dios y dominados por la Diosa creamos una civilización basada en el Miedo y la Vergüenza del incesto que está por todas partes y determina todos nuestros gestos y comportamientos, y por eso nos tapamos las caras y nos portamos con buenos modales, y por eso hay que comer con la boca cerrada porque comer con la boca abierta es símbolo del incesto.
Antes de querer restablecer a la sociedad entera debemos restablecer a la familia porque es el primer estadío, donde todos somos hijos y aún aquellos que ya tomaron el papel de padres deben regresar a esa posición y tomar el Amor que viene de sus propios padres para poder entregarlo a sus hijos y que así poco a poco el Orden se vaya reestableciendo y la sociedad crezca de raíz y dejemos de una vez por todas de pretender cambiar algo desde la periferia, que de nada ayuda más que para entretenernos un poco y tener una idea de participación quizá un poco distorsionada.
Así pues, los gobiernos tendrán que estar conformados por Sabios, es decir, por aquellos que ya fueron hijos-hijas, hombres-mujeres, padres-madres. Por eso existen las máscaras sociales, porque el desarrollo de la mayoría no está siendo natural, entonces no hay adultos que se relacionan con adultos, porque en este nivel de conciencia es donde aparece la integración social, sino que hay niños pretendiendo ser adultos y esta pretensión es la máscara. Es la energía que se implementa para aparentar algo que no soy, y eso que soy es un niño, una niña, con falta de Amor y que este Amor no se puede dar porque el Orden no existe, porque no tuve Padre ni Madre, sino que soy hijo o hija de alguien que también es hijo o hija y por eso ves por todas partes a una madre diciéndole a su hija, ven mamí, o a su hijo, papi, y estas cosas son cosa serias aunque nos riamos de ellas, porque la violación de estos "órdenes del Amor" son la causa de toda la extrema violencia e ignorancia que existe.
Seamos entonces conscientes que hay muchas formas de hacerse uno trampa, y pensar que ha crecido y desenvolverse muy bien en la calle o en el trabajo, pero que en la casa, con su esposa y sus hijos, o con sus padres, es decir EN LA FAMILIA, es donde aparecerán todos los conflictos que no se han resuelto y que seguirán expandiéndose creando formas maquiavélicas en las sociedades, que es lo que ya pasó y donde vivimos.