MÉXICO D.F., 10 de mayo (apro).- En ocasión de su 11 aniversario, la revista Quién presenta una entrevista con el presidente Felipe Calderón, en la que da a conocer las razones que lo empujaron a declarar la guerra al narcotráfico que hasta ahora ha dejado casi 40 mil muertos.
Contra su costumbre, la entrevista no fue hecha por un reportero de esa revista del corazón, sino por un personaje público de la farándula, la actriz Ana de la Reguera, en calidad de editora invitada. ¡Pero qué importa! De hecho el presidente, antes de iniciar con la entrevista, se preguntó en voz alta ¿cuál era la diferencia entra le política y el entretenimiento? La voz del viento dijo: ¡los cuarenta mil muertos! pero ni Ana de la Reguera ni Felipe Calderón alcanzaron a escucharla.
En conversación, que se llevó a cabo en la biblioteca José Vasconcelos de la residencia oficial de Los Pinos, Calderón ubica el momento justo en que decidió emprender la lucha contra el crimen organizado.
Dice:
“El momento definitivo en que decido intervenir es en Michoacán. (El ex gobernador) Lázaro Cárdenas me dijo, durante la transición, que había pedido apoyo al gobierno federal antes de mí y que por alguna u otra circunstancia no había contado con ello (en este punto, arreció el viento y tiró algunos libros como para recordarnos que estaban en la biblioteca, pero ni Ana de la Reguera ni Felipe Calderón dieron cuenta de ello). Que ya no aguantaba más y que necesitaba apoyo, que los criminales eran dueños de la vida comunitaria, que cobraban cuotas a ganaderos, aguacateros… secuestraban a la gente, y me di cuenta que eso pasa en todo el país. En fin, todo estaba horrible y yo en un mes pensé: Joder, si yo nací para héroe, me lo dijo mi mamá, y aunque parecía poco para pensarlo, pues ya cuando me di cuenta ya estaba el ejército en las calles y toda esa sangre. Pero, hablábamos del inicio, y seguramente en treinta años un historiador tomará mi palabra. Te decía. Ya como presidente electo, hubo una crisis en el penal de Morelia, los defensores de oficio estaban como rehenes dentro. No entiendo bien esta parte, pero Lázaro Cárdenas estaba con esa crisis y los presos mataron a esos muchachos, que muchos eran pasantes. Le dije: ‘cuenta conmigo’. Eso fue lo que detonó lo de cómo limpiar esto. ¿Cómo ves?, ¿qué fácil, no?”.
Calderón habla también de quien hoy día es considerado el enemigo número uno en México, el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, de quien refiere que preferiría “anunciar la captura” y no su muerte.
“A mí no me gustaría anunciar la muerte de nadie, por más perversos que sean. No entiendo bien por qué no me gustaría, tal vez porque soy católico, sí, debe ser por eso. Pero entre las cosas que queremos hacer es neutralizar o capturar a los líderes criminales. Eso que ni qué. Prefiero que las autoridades lo hagan de acuerdo con sus funciones. O sea, no que los cocineros de los Pinos lo hagan, pues esa no es su función ciertamente, pero sí que Genaro se ponga las pilas y encierre a ese Chapo, total, si se vuelve a salir de la cárcel, pues ese no es ya problema mío”, confiesa.
En la conversación, Calderón se refiere también al futuro político de su esposa Margarita Zavala.
“La verdad, la veo como candidata. Esa es la verdad, ¿eh? ¿y por qué no habría de serla? Así la veo y punto. No ahora, evidentemente, ahora yo soy el presidente y pues ni modo que ella y que yo. Hemos hablado de eso, en las cenas románticas hablamos de eso y reímos y bebemos vino blanco, pero sí pudiera serlo en el futuro. Margarita es muy inteligente, muy buena persona, noble, sencilla, tiene todos los atributos. Además es mi esposa”.
Y luego aborda el tema de la reestructuración policiaca en del país.
Calderón resalta que un ejemplo de esa tarea es el nombramiento de la nueva titular de la PGR, Marisela Morales, a quien le pidió que pasara por un examen de control de confianza a todos sus colaboradores.
“Quisiera que eso se hiciera en todos los estados, esa es la clave. El día que México tenga policías confiables será mucho mejor”, explica el mandatario.
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