(¿A quién no conmovió el viejo Benedetti alguna vez? Descansará su noble alma de poeta)
Vayan bajando dice Marcos yo me quedo a cubrir la retirada. En cambio ninguno de nosotros mira a Marcos que sí nos mira a todos. Pero el silencio oscuro repite ojalá puedas ojalá puedas contigo y con los otros.
Si no hay patria para todos no habrá patria para ninguno. Me he puesto duro porque no hay otro método para adquirir la bondad.
Y no haber besado más muchachas, en la edad en que nada hay tan importante como besar muchachas.
La revolución no es jamás el suicidio, la revolución ni siquiera es la muerte, la revolución es la vida más que ninguna otra cosa
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