tren
de lusitania a hispania
un pasaje amplio
de tierra, yerba y montaña.
la piedra virgen y olivares desperdigados.
canales oscuros y quietos
que reflejan delgadas filas de árboles.
y a la vista de esos seres amorfos,
tan delicadamente formados uno junto a otro,
la palabra árbol no es suficiente.
pensándolo bien,
tampoco la palabra canal.
pensándolo bien,
las palabras no bastan ni bastarán.
doce horas.
hispania de punta a punta
se ha recorrido por la ventana del tren.
de los viejos pasos del viajero
se borran poco a poco las huellas.
los días comienzan y transcurren
en asientos incómodos.
de llanuras a montañas verdes,
y casas insertadas en los montes.
y las palabras no bastan…
podría vivir toda mi vida en un tren,
en la cambiante ventana
errática como aurora.
erótica como aurora.
buscaría la paz en un paisaje frondoso
y me reinventaría con cada nueva visión.
aunque las palabras nunca basten,
las mías serían palabras peregrinas,
y se parecerían más al viento
que a todas las palabras.
Diego A.
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