Sonido Fulgor

viernes, 11 de noviembre de 2011

Soundchek (Joselo, de Café Tacuba)

El pasado fin de semana, debido a la complicada logística de dos fechas seguidas en la gira Rockampeonato Telcel algunos grupos no pudieron hacer prueba de sonido en la segunda de ellas, en Puebla. 
El grupo Renoh, a quien acompaño en este tour, fue uno de los grupos a los que un día antes se les comunicó este inconveniente.
El traslado desde la tocada del día anterior (Chihuahua) se cruzaba con los horarios dispuestos por la producción para las pruebas de sonido. Así que los Renoh estaban preocupados de tocar en su tierra sin tener todo resuelto y bajo control.
No me lo dijeron, pero se percibía que para ellos ésta era la tocada más importante de la gira. Entre el público habría gente que los conocía desde hace años, seguidores de antaño, familiares y amigos. Y claro, cómo podrían faltar alguno que otro detractor. Ante ellos, el grupo Renoh quería sonar impecable ¿y cómo lograrlo si no tenían prueba de sonido?
Hay una canción de Miguel Ríos, El blues del autobús, que describe la vida en la gira. Recuerdo mucho una frase en particular: “ siento que el equipo aquél nunca suena igual, ¿qué misterio habrá?”, y la verdad es que uno se cuestiona realmente por qué si todas las noches usas la misma guitarra, conectada con los mismos cables, el mismo amplificador seteado exactamente igual, con el mismo PA y los mismos ingenieros de sonido, siempre el resultado será distinto.
Parece que los aparatos tienen alma. Ghost in the machine. Yo por eso le doy un beso de vez en cuando a mi guitarra y le hablo bonito, como si fuera un caballo que me va a cruzar al otro lado del río.
Así que los seres humanos inventamos la prueba de sonido, elsoundcheck, para sentirnos seguros de que todo va a estar en orden a la hora de la tocada.
Para quienes no lo sepan, en un soundcheck revisas que tu instrumento esté sonando bien allá afuera, pero es muy importante que tú y los demás compañeros de tu grupo lo escuchen correctamente. Puede ser que alguno no quiera escuchar mi guitarra, pero para otros es básica para saber en qué parte va la canción. Seguramente todos queremos batería, pero mientras mi hermano Quique prefiere tener más presente el bombo, a mí me interesa escuchar más la tarola.
Las pruebas de sonido pueden ser aburridas y cansadas, ya que suceden a horas extrañas: o muy temprano en la mañana o muy tarde en la noche. Aunque hay de soundchecks a soundchecks. Dicen que Paul McCartney probó un día antes de su tocada en el Foro Sol con casi todas las canciones que iba a tocar. Un mini show privado para la gente de producción y colados. Esa prueba de sonido sí dan ganas de verla.
Siempre he creído que el trabajo más difícil en el negocio de la música es el de monitorista, pues tiene que lidiar con la percepción de cada músico y ésta cambia noche a noche y, a veces, minuto a minuto.
Así que haces tu prueba de sonido, le pides al ingeniero de monitores que le suba acá, le baje allá, ensayas con tu grupo una canción que hace mucho no tocan y todos felices. ¿Sí? Pues no.
Resulta que cuando empiezas a tocar con público te das cuenta de que el sonido no es el mismo de hace unas horas. Puede ser que la acústica del lugar haya cambiado debido a que antes el recinto estaba vacío y ahora que está lleno, muchas frecuencias de sonido se pierden o se agudizan. Tal vez no escuches tu instrumento debido a los gritos de euforia de la gente (o a sus abucheos, chiflidos y mentadas de madre). O lo peor, que estés en un festival de rock y antes de ti hubo 30 grupos tocando con el mismo ampli que estás usando y el pobre ya está cansado (de nuevo, Ghost in the machine).
Algo extraño sucede cuando por alguna razón es imposible que hagas prueba de sonido. Faltan unos minutos para tu tocada, el staff sube al escenario, hace line check (prueba que todo esté sonando) y subes con tu grupo a la buena de Dios. La prueba de sonido se realiza en la primera canción, un soundcheck express que resulta, muchas veces, más efectivo que si te hubieras pasado horas afinando detalles con tu ingeniero de monitores.
A los Renoh les fue muy bien en Puebla. Ene Filippi, la cantante, me dijo que había sonado
mejor su monitoreo que cuando han hecho prueba.
Bienvenida a un misterio más de esta música llamada rock.

De Excélsior

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