Todo por la paz

Adam Fuss

SE HACE LA PAZ AL ANDAR

Emilio Alvarez Icaza,

defensor de los Derechos Humanos

Caminante, no hay camino… se hace la paz al andar. El día de hoy el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) arranca la Caravana por la Paz rumbo al sur del país. El Movimiento retoma el caminar desde las acciones simbólicas y no violentas, y literalmente “pone el cuerpo de por medio”. Se trata de visitar algunas de las entidades de la república que están viviendo momentos difíciles y/o que tienen deudas estructurales con distintos grupos de población. Esta caravana tiene características especiales en función de los lugares por los que transitará, no sólo por el tipo de actores y organizaciones que ahí existen, sino también por la clase de agenda. Es un ejercicio para visibilizar a las víctimas, no sólo individuales sino también colectivas —como las comunidades y pueblos indígenas—, para evidenciar la crisis humanitaria que viven los migrantes y respaldar su justo reclamo por justicia y solidaridad, y para avanzar en la construcción del Movimiento mediante ejercicios dialogales con muy diversos actores que lleven a una agenda común en la construcción de la paz y contra la guerra. La caravana parte del Templo Mayor, en la Ciudad de México (donde se llevó a cabo el mitin del 8 de mayo), para continuar a Topilejo, pasar por Cuernavaca (cuna del MPJD), seguir por Iguala y pernoctar en Chilpancingo. El día 10 llega a Acapulco, donde se realizará una marcha por la costera Miguel Alemán, saliendo a las 16:00 horas del asta para arribar al Zócalo de esa ciudad y realizar ahí una concentración ciudadana contra la violencia, que azota a ese puerto con particular dureza. Desde ahí, la Caravana sigue a Oaxaca, en donde visitará Huajuapan de León; la capital, Ixtepec (reuniéndonos con los migrantes en el albergue que lidera Alejandro Solalinde) y Juchitán. EL MPJD seguirá su caminar a Chiapas. En esa entidad visitará primero Tapachula y Ciudad Hidalgo. Se programó cruzar la frontera y llevar a cabo, ya en Tucum Umán, Guatemala, una ceremonia del perdón y la reconciliación. El Movimiento quiere mandar un mensaje a nuestros hermanos centroamericanos y latinoamericanos para que sepan que mucho nos duele y avergüenza lo que pasa con sus migrantes en México. Después de ese evento la ruta sigue para llegar, el 15 de septiembre, a San Cristóbal de las Casas, donde se realizará un encuentro con organizaciones civiles y sociales. Una representación del MPJD visitará esa noche Acteal, para, en un lugar emblemático de violencia (física, social, racial, institucional e incluso legal) en contra de los indígenas, mandar una mensaje por la paz y subrayar la deuda que este país tiene con todos sus pueblos indígenas. De ahí sigue caminar hacia Ocosingo y Palenque. En Tabasco se visitará Villahermosa. Posteriormente, en el estado de Veracruz, se llegará a Coatzacoalcos y se realizará, el domingo 18 por la tarde, una concentración en Xalapa. El lunes 19 la Caravana recorrerá su último tramo pasando por la ciudad de Puebla, de donde arribaremos, finalmente, a la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, para, 26 años después de los sismos del 85, llamar al movimiento de las conciencias por la paz. En todos estos lugares las acciones estarán orientadas a un ejercicio de interlocución con los diversos actores; se trata, así, de un diálogo social. Se formularán diversas interrogantes bajo el enfoque de cómo paramos las guerras y las violencias, por las siguientes interrogantes: ¿cómo nos está afectando la guerra contra el narcotráfico? ¿Cómo estamos enfrentando esta guerra? ¿Cómo nos estamos organizando para detenerla? ¿En qué coincidimos y en qué no sobre nuestras estrategias para detener la guerra? ¿Qué acciones de resistencia podemos hacer juntos para detener la guerra y construir la paz? En un comunicado, el MPJD señaló: “Encontramos obstáculos y desánimos, voluntades en contra y voces que claman lo inútil de nuestros afanes. Y volvemos a decir: no nos detendremos y no daremos un paso atrás; no importa ni el tiempo ni las barreras que aparezcan en esta larga marcha por la paz; seguimos y seguiremos hasta que se detenga esta guerra absurda e injusta, hasta que haya una paz con justicia y dignidad”. Esta caravana es una nueva oportunidad para la paz, es un ejercicio ciudadano para coadyuvar a que las víctimas —individuales, colectivas y sociales— ocupen el lugar que les corresponde dentro del pacto social democrático y que el Estado todo (instituciones y sociedad) asuma las deudas para con ellas y se aceleren las acciones en su atención. Así, juntando corazones, capacidades, esperanzas y sueños esperamos llegar a decir… “y al volver la vista atrás, se ve la violencia que nunca ha de volver a pasar…”.

De El Universal