Ginebra, 23 de septiembre. Científicos dijeron el viernes que el descubrimiento de unas partículas subatómicas que parecen viajar más rápido que la luz podrían obligar a replantear las teorías sobre el origen del universo, pero que primero hay que confirmar los hallazgos de forma independiente.
Jeff Forshaw, profesor de física de partículas en la Universidad británica de Manchester, dijo que de confirmarse, los resultados supondrían que en teoría es posible
enviar información al pasado.
En otras palabras, viajar en el tiempo sería posible (...) (aunque) eso no significa que vayamos a construir máquinas del tiempo a corto plazo, indicó.
El instituto de investigación de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), situado cerca de Ginebra, indicó que sus mediciones durante tres años han mostrado que los neutrinos lanzados a un receptor en Gran Sasso, Italia, alcanzaron los 60 nanosegundos más deprisa que la luz, una diferencia mínima que sin embargo podría socavar la teoría de la relatividad diseñada en 1905 por Albert Einstein.
Los científicos dijeron que ahora se debe confirmar independientemente el hallazgo, mientras la comunidad internacional expresó asombro y escepticismo.
Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, y esta es una afirmación extraordinaria, dijo el cosmólogo y astrofísico Martin Rees.
Es prematuro hacer comentarios sobre esto. Se necesitan más experimentos y aclaraciones, dijo el profesor Stephen Hawking, el físico más conocido del mundo.
La profesora Jenny Thomas, quien trabaja con neutrinos en el cordial competidor del CERN, el Fermilab de Chicago, comentó:
El impacto de esta medición, si fuera correcta, sería enorme.
El profesor Geoffrey Hall, del Colegio Imperial de Londres, que ha trabajado con el CERN, señaló que las implicaciones de los resultados son profundas, y posiblemente desafían
una parte fundamental de nuestra cultura científica.
El propio director de investigación del CERN, Sergio Bertolucci, dijo que si los hallazgos se confirman –y es probable que al menos dos laboratorios distintos empiecen a trabajar en ello en un futuro cercano–
podría cambiar nuestra visión de la física.
La gran precaución sobre el tema es normal en la ciencia, donde cualquier cosa que pueda ser un descubrimiento innovador, especialmente si da la vuelta a líneas de pensamiento bien establecidas, es siempre probada y comprobada por otros investigadores.
El descubrimiento obligaría a replantear teorías fundamentales de la física y sobre la naturaleza del universo. Auspiciaría una revolución en la física comparable a la que causó Einsten al publicar su Teoría Especial de la Relatividad.
En un comentario publicado por el CERN, el laboratorio más importante del mundo en investigación de partículas, Bertolucci subrayó este principio.
Cuando un experimento encuentra un resultado aparentemente increíble y no puedes atribuirlo a un artefacto de medición, es normal invitar un escrutinio más amplio (...) es una buena práctica científica, dijo.
Las mediciones pueden consultarse en la página web científicahttp://arxiv.org/abs/1109.4897
El descubrimiento abriría intrigantes posibilidades teóricas.
La velocidad de la luz es un límite cósmico de velocidad y existe para proteger la ley de la causa y efecto, indicó el profesor Forshaw.
“Si algo viaja más rápido que el límite cósmico de velocidad, entonces se hace posible enviar información al pasado; en otras palabras, el viaje temporal hacia el pasado se haría posible. Pero eso no significar que vayamos a construir máquinas del tiempo a corto plazo, hay bastante distancia entre un neutrino que viaja en el tiempo y un humano que viaja en el tiempo“, añadió.
Partículas fantasma
El equipo, que trabaja en un experimento llamado OPERA, lanzó neutrinos –a menudo llamados partículas fantasmas, porque atraviesan la materia y los cuerpos pasando desapercibidos– desde el CERN a Gran Sasso, situado a 730 kilómetros, al sur de Roma.
Durante tres años, y en 15 mil
sucesosde neutrinos, un enorme detector en el centro italiano, situado en un profundo laboratorio bajo las montañas, registró lo que el portavoz de OPERA, Antonio Ereditato, describió como
desconcertanteshallazgos.
Su equipo, dijo, tiene gran confianza en haber medido adecuadamente y ha excluido cualquier posibilidad de que cualquier influencia o artefacto exterior afectaran al resultado.
Mi sueño ahora es que otros colegas descubran que estamos en lo cierto, añadió.
Según la Teoría Especial de la Relatividad, de Einstein, sobre la cual se asienta la visión actual sobre cómo funciona el universo, nada puede viajar más rápido que la luz –a 300 mil kilómetros por segundo, aproximadamente–, porque su masa sería imposiblemente infinita.
La teoría de Einstein ha sido probada miles de veces en los pasados 106 años, y sólo hace poco que se han ofrecido ligeras insinuaciones sobre que el comportamiento de algunas partículas elementales podría no encajar con ella.
Estos indicios se detectaron en 2010 en el experimento MINOS (por sus siglas en inglés), del Fermilab, con neutrinos, pero a diferencia de los de OPERA se consideraron dentro de un margen de error normal.
De Reuters
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