Sonido Fulgor

jueves, 31 de marzo de 2011

Para continuar escarbando...


...en otra película originalísima del 2010 y a propósito de las entrevistas.

manuscrito de una libreta de Christopher Nolan con el mapa y apuntes de Inception

¿Cuan complicado fue convencer al estudio para que aceptara hacer la película y cómo fue cambiando la historia desde ese momento hasta que tuviste el guión terminado?
La primera vez que hablé con el estudio de este proyecto fue hace unos diez años. Recién había terminado “Insomnia” y, la verdad, lo que les conté fue, en líneas generales, la película que tenemos hoy. Todavía no tenía resuelto el núcleo emocional de la historia. Me llevó mucho tiempo encontrarle la vuelta y creo que, en cierto sentido, la historia se fue formando junto con la película. Tenía el elemento policial; tenía la relación entre la arquitectura y los sueños, la idea de usar la arquitectura para construir un sueño para otro… todas estas cosas estuvieron allí durante varios años pero me llevó mucho tiempo encontrar la forma de conectar la película con los sentimientos. Cada vez que miraba un policial sabía que quería crear esa misma sensación. El problema era que son películas que tienden a ser casi deliberadamente superficiales, a no tener grandes pretensiones emotivas. Lo que llegué a ver con el correr de los años —algo a lo que traté de apegarme— es que esta característica no funciona si uno quiere tratar con los sueños porque si hay algo característico de la mente humana y de los sueños es que tienen que tener consecuencias y repercusiones emotivas. Esa fue mi evolución a lo largo de los años: encontrar mi relación con la historia de amor, la tragedia adecuada para la película, el costado emotivo.

Esta es tu primera película de gran presupuesto basada en un material completamente original, en lugar de en algo preexistente. ¿Por qué sentiste que podías asumir ese riesgo?
Creo que existe una idea equivocada de lo que significa una fuente… Yo he utilizado todo tipo de materiales: cómics, cuentos, otras películas. Lo interesante de la idea original es que —en especial ésta, que me tomó diez años trabajarla desde la primera versión hasta el guión definitivo— una vez que tienes la versión final, hace tantos años que estás conviviendo con esas ideas que, la verdad, es casi lo mismo que trabajar con las ideas de otro. Por ejemplo con “Memento”, cuando adapté el cuento de mi hermano, sucedió lo mismo. Me terminé apropiando de la idea porque el proceso de escritura del guión me lleva mucho tiempo, tardo años en terminarlo y, para cuando llega ese momento, ya no me importa demasiado desde dónde empecé. En este sentido, son experiencias muy parecidas.

¿Qué es lo que tiene el mundo de los sueños para ti que te llevó a escribir y realizar esta película?
Los sueños me fascinaron toda la vida, desde pequeño. La relación que hay entre los sueños y las películas es algo que siempre me interesó, y me gustaba la idea de tratar de llevar esto a la pantalla. Hacía tiempo que estaba trabajando en el guión —unos diez años—, incluso ya con la forma que se puede ver en la película, con esta suerte de estructura policial. Lo que más me interesaba de los sueños y de hacer esta película es la idea de que, cuando uno se queda dormido, crea un mundo entero pero no sólo lo crea, también lo vive sin darse cuenta. Creo que eso dice mucho sobre el potencial de la mente humana, en particular sobre el potencial creativo. Es algo que me parece fascinante.

Cuando filmaste la escena de la nieve, ¿fue una especie de homenaje a las películas de James Bond?
Definitivamente. Siempre he sido un gran admirador de las películas de Bond. La que más me gusta en “On Her Majesty’s Secret Service”, en la que aparece la primera persecución en la nieve que se hizo en una película de esa franquicia. Me pareció que la idea de la persecución en la nieve podía funcionar muy bien como un sueño, como algo que puede crear la mente. Además me pareció que quedaría muy cinematográfica. También supuse que los cinéfilos iban a reconocer la inspiración sin que parezca una parodia ni que resulte un pastiche, agregándole calidad cinematográfica a los diferentes aspectos de los sueños.

El diseño de sonido y la música de la película de esta película son casi como un personaje más. ¿Podrías contarnos cómo fue tu trabajo en este aspecto de “Inception”?
Me gustan las películas en las que, por momentos, la música y el diseño de sonido son casi indistinguibles, y una de las cosas más interesantes que sucedieron en las primeras etapas de la producción fue que la canción de Edith Piaf ya estaba incluida en el guión desde mucho antes de que Marion Cotillard se sumara al proyecto. Tuve que decidir si llamar a los muchachos del departamento de sonido o a los músicos, a Hanz Zimmer para que manipulara el tema y lo hiciera sonar como si se escuchara entre sueños, luego se frenara un poco para terminar siendo enorme, etcétera, o si lo dejaba asi como estaba. Fue una forma interesante de encararlo. Lo que decidí fue dárselo a Hans, dejarlo hacer y ver si, de algún modo, podía imbuir elementos de la música porque siempre tuvimos en claro —ya lo habíamos hablado— que hacia el clímax de la película íbamos a necesitar que la música se compenetrara perfectamente con la fuente del sonido. Técnicamente, es algo muy difícil de hacer.

Se ha dicho que una de las películas que te influyeron para la realización de “Inception” fue “The Wall” de Pink Floyd, pero allí los sueños son muy subidos de tono, mientras que en tu película es como que le escapas a ese tema, ¿fue algo deliberado?
Bueno, hay ciertas áreas —cuando hablamos de sueños y de la interpretación de los sueños— que tuvimos que eludir porque serían muy perturbadoras para el tipo de género de acción que estábamos trabajando, o habrían roto el clima que tratamos de crear. Con respecto al tono, una de las cosas que hablamos mucho con Leo fue la necesidad de controlar bien el guión para nunca caer en la comedia. Todos los actores lograron en sus actuaciones algo que me pareció extraordinario: crearon diferencias muy sutiles en las formas en que los personajes aparecen en los distintos niveles del sueño pero nunca cayeron en la comedia. De hecho, creo que es muy probable que haya por ahí una versión humorística de esta película, pero no era lo que yo quería hacer.

¿Dirías que en la película exploras la relación entre el cine y el mundo de los sueños?
Es posible. En mi caso, cuando pienso en la posibilidad de crear un mundo ilimitado y usarlo como un espacio ilimitado en donde vivir una aventura, siempre me vuelco hacia los mundos cinematográficos, como el de las películas de James Bond o de cualquier otro tipo. Sin ser demasiado consciente de eso o sin demasiada intención, mientras escribía dejé que mi imaginación volara hacia donde quisiera. En consecuencia, se fueron colando fragmentos de diferentes géneros cinematográficos: películas sobre golpes criminales, de detectives…

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