Sonido Fulgor

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Un poema de Gonzalo Rojas


pintura de Laila

Esa vez que murió Breton nos juntamos todos
a bailar. ¡Por Nadja! decíamos
tirando al aire las copas
contra las estrellas, y él miraba
la farsa y daba cuerda a su reloj
de polvo: —“Es que no hay Eternidad,
muchachos, es que no hay Eternidad”.

2 comentarios:

  1. Gloriosa pintora de cuatro años que tengo la dicha de haber conocido. Pronto subo otras que le escaneé.

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