Cuando haces una profunda reverancia al universo, éste te la devuelve; cuando pronuncias el nombre divino éste resuena en tu interior.
Sólo has de actuar con decisión,
¡sin reservas!
El progreso les sucede
a quienes
practican y practican;
confiar en técnias secretas
no te llevará a ninguna parte.
Lo divino no es algo que esté por encima de nosotros. Está en el cielo, en la tierra, en nuestro interior.
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