Oh Doncella,
Ángel de los rubios sueños,
Piel sumiso de la noche clara;
Del fuego protegido en tu figura agua,
Forjado entre una lágrima cometa oro,
Soles dibujados en delfín misterio,
Que bañan dulce arena de la voz saliente;
En estrellas Cáncer de tu boca brota,
La desnuda tarde en tu naranja risa;
Huyendo las sirenas en tu rostro nube
Hacia la nieve póstuma del tiempo niño.
Del tierno lago por tu aroma aclara,
Pájaros nacidos de tus verdes ojos.
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