Sonido Fulgor

viernes, 18 de julio de 2008

Desciendo
mi cuerpo es una cañada grande y sola

Voy aprendiendo la gracia
de renunciar a las palabras
e invento entre la luz
que las gotas son caballos
con terribles mordeduras en la sombra

Ando gritando
lo que creía mi nombre
y de pronto
me sabe a espuma amarga

Desciendo
mi nombre es una gruta silenciosa
mi nombre es canto de insectos torpes

Limpio

lavo

soplo sombras de silencio

trato de aprender a llenarme la boca
con el jugo de frambuesa de la risa reventándome en la lengua

Desciendo

tengo entre los dedos
las llaves del sol
pero no quiero abrir la noche

no quiero dejar de ver
las antorchas de la sombra
hasta que me escupa
la ballena de mis miedos

y además
la noche no me juzga
y la noche es buena para verte con las manos

Desciendo hasta mis manos
olvidaste
un poco de tu aroma
en sus bolsillos

del pedazo de ti que hay en mi cuerpo
va surgiendo el día aunque no quiera

pero trae un destello diferente

los caballos heridos
que salen de mis ojos
huelen menos a miedo
y más a vino dulce

Pronuncio mi nombre

y se ha vuelto jugo fresco de frambuesa.

Desciendo

Encuentro

Afirmo que mis pies
son menos plumas
y más musgo

Trago de un bocado
los mostos sedientos de la lluvia

Mi cuerpo es un arroyo de cabellos fugitivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

.